¿Atrapado en el 2013? (“Editorial”, 29/03/2013)

– “La materia sí se destruye. La destrucción es parte de su transformación”.
– “Los conflictos y los problemas son como la disidencia: necesarios e inevitables. La guerra y la barbarie, por otro lado, son innecesarias y evitables”.

Todo joven nacido entre el 2020 y el 2024 sueña con revivir (literalmente) esos gloriosos años de la humanidad. ¿La década anterior? un desastre mayúsculo.

Las estimaciones de los nuevos 30´s anticipan un paraíso en la tierra, un mundo con sobreabundancia tanto en alimentos como en combustibles alternativos. Ver las películas apocalípticas de los 80´s, 90´s y los 2000 se nos hace tan extraño y lejano como los autos.

Los nuevos 20´s no fueron perfectos pero la llamada “Década de la unificación” es de lejos nuestro segundo Renacimiento. La culminación de la “Teoría del todo” en el 2029 daría origen a la búsqueda realista de la sobreabundancia y la teletransportación (aunque hay un incidente del que no quiero hablar).

Sin embargo, considero que ignorar este desenlace tan bueno es lo que hizo posible la ardua transición de los primeros años de los nuevos 20´s (2020 – 2029). ¿Qué hubiera sido del mundo sin el temor hacia esas ideas apocalípticas? ¿O sin esos hombres más pasionales que intelectuales que vivieron su madurez entre el 2020 y el 2025? La unificación se dio en muchos ámbitos con grandes resultados. Por supuesto, hubo distintas propuestas unificadoras… como en filosofía (los eclecticistas franceses, por ejemplo).

Develar al bando correcto… sería un error. No debo interferir. Pero es obvio que no puedo tener un papel pasivo… creo que ya no.

 

Dwan
(visitando a un maestro que me enseñó poco y nos cobró mucho)