– Antes de la batalla contra Enki.
Por Alex Aguilar
Epílogo: otro intento fallido
Ella ya no estaba.
Jack habló con ella por última vez esa tarde. Al hospital acudió Ricardo Ortega. Luego el cuerpo desapareció. No había familiares que lo lloraran y Cecilia le dio ahí mismo el último adiós. Conversaron muy brevemente. Jack no quiso o no pudo decir mucho. “Espero que mi alma se encuentre con lo infinito… no sé a dónde voy. Si tengo suerte, podré esperarte. Allá no importará la prisa ni la demora porque nuestro amor será eterno y absoluto.”. Era la primera vez que una manifestación de fe me parecía auténtica. ¿Jack la seguiría amando cuando su existencia quedara reducida a unos simples recuerdos? Comprendí que la voluntad de Jack era muy fuerte. Me prometí que protegería a Cecilia de alguna forma.
Había sido todo un fracaso. El cuerpo de Jack no había sido capaz de soportar aquel procedimiento. Ahora era yo quien debía tomar su lugar. Debía reunirme con Ricardo. Aún tenía pendiente dos mensajes de Jack.
Llegué muy temprano. Lo encaré. Estaba listo para que todo inicie. Era la primera vez que los veía reunidos. Ahora sé que no estábamos completos. Ricardo Ortega hizo pasar a Billy Nakamuro. Este último parecía mirar a ninguna parte. “Ahora puede hacer lo que quiera. Ya hizo su parte. Jack vino por su propia voluntad y tú ahora haces lo mismo. Alex, asegúrate de que Billy no recuerde nada. Nosotros ya nos encargamos de Cecilia. Creemos que tú sí podrás soportarlo pero… no te podemos dar garantías. ¿Estás listo para su resurrección? Conocimiento, poder… esa es mi promesa”.
Jack… fue la última vez que lo vi. Ahora cumpliría el destino que su cuerpo no le permitió. Miraría a través de sus recuerdos y los de Él.
III
La verdad es revelada.
Antes de que vayas a 1937
«Este es un pastiche u homenaje a quien fue, a medias, Jack Agüero… ¿cuántos mensajes te he escrito? ¿Cuántas advertencias te he dedicado? Sé que no me crees pero realmente este mundo se encuentra en disputa entre dos fuerzas. Es un poder que pretende igualar el de Dios. Sé que no crees en mis palabras. Ricardo es uno de esos seres que se atribuyen ser los únicos amantes de la justicia. Para él la vida humana es insignificante. Jack es solo un medio para sus fines. Realmente soy alguien más. ¿Pero qué te puede prometer a ti? ¿Has sufrido alguna gran pérdida? ¿Sientes acaso que tu vida es sacrificable? No puedo imaginar lo que él te prometerá pero sé que si él no vislumbra qué ofrecerte… él mismo te arrebatará algo para luego susurrarte la manera de recuperarlo. Es lo que hizo con Jack y con tantos otros. No espero que creas en estas palabras. Más tarde verás mi cadáver. Luego conversarás con él. Sé que has estado visitando a Ricardo. ¿Es poder lo que buscas? A mí no me interesa recuperar lo que “perdí”. No perdí realmente a esas personas. Todas las personas que amo siguen presentes en mí. Pero, sobre todo, ellos nunca aceptarían recuperar el tiempo a cambio del sacrificio de otras vidas. Por respeto a sus voluntades, decidí traicionar a Ricardo. Por mucho tiempo me vi seducido por su propuesta. ¿Pero cómo elegir entre los seres queridos del mundo al que deseas regresar y los seres amados del mundo que tendrías que destruir? Es una elección inmoral. ¿Acaso no amas a nadie en este mundo? Jack decidió que no quería ser utilizado. Él encontró a quien amar. Por eso envenenó su propio cuerpo. Aunque este ya estaba enfermo por la incompatibilidad con mi alma. Debería escapar. Debería ahogarme en el mar. Debería volverme insondable para Ricardo. Solo así te salvaría del mismo destino que Jack. Pero su voluntad es ver a Cecilia por última vez. Y no despedirse del ser amado es una amargura de la que el alma nunca logra recuperarse. Antes de que vayas a 1937, antes de que heredes mis recuerdos, antes de que seamos uno solo, debes saber que mi deseo no es volver. No porque no ame a ese gente ni a ese mundo sino porque el costo es inmoral. Pero ahora es tu decisión. Él arrancará la existencia de Jack de este mundo. ¿Podrás recordar esto alguna vez? No quedará rastros de él… de ningún tipo. ¿Es tu vida tan miserable como para renunciar a ella? Un destino similar puede caer sobre ti si resultas otro experimento fallido de Ricardo.
Jack se empezó a despedir aquella noche luego de que revelaras que su existencia no era espuria. Jack no encontró mejor manera que acercarse a Cecilia, luego, a solas, hablándole de ese mundo alternativo en el que ambos se amaron y se lastimaron. Ese mundo realmente desapareció. ¿Puedes imaginar cómo la vida de las personas que conocen son arrancadas de este mundo? Borrados completamente… como si nunca hubieran existido. Lo que esos dos sienten difícilmente es amor. El amor es admirar a la otra persona, aceptarla como es. Es no alojar ni un solo pensamiento de odio ni resentimiento. Es esperarla y desearle felicidad bajo cualquier circunstancia. Pero quien dice que el amor no tiene límites… se equivoca. ¿Sacrificarías millones de vidas para reencontrarte con alguien a quien dices amar? No sería amor lo que te motivaría sino egoísmo. ¿Ella podría mirarte con ternura al descubrir las vidas que tu “amor” destruyó? Jack desaparecerá en unas horas. Mi mente volverá a enturbiarse. Volveré a olvidar todo. Me he convertido en un instrumento para él. Ricardo alguna vez fue como un hermano para mí. Pero él me traicionó. Me manipuló cuando yo era muy joven para entender la magnitud de sus propuestas. Fui demasiado ingenuo. Trata de recordar cada una de las palabras de este mensaje. No eres el único al que manipulan. Los otros miembros (a los cuales conocerás seguramente mañana) también quieren librarse de su control. Debes esperar el momento oportuno. Yo te ayudaré y juntos haremos lo correcto.
Julián”
Leí ese mensaje con mucho retraso. Aquella tarde en esa pequeña Iglesia, Jack me mostró los residuos de su pecado. Las marcas en su hombro derecho significaban el fracaso de Ricardo. Eran las escaras del cuerpo de un hombre que se desmoronaba. Ese no ha sido mi destino. Es 2 de febrero del 2014 y aún no puedo comprender todo el mensaje.
Solo alguien sin ataduras a un mundo que desprecia puede seguir a quien tiene un sentido retorcido de justicia. ¿Qué es lo que motiva a quien trata de rehacer el mundo sacrificando a los que obstaculicen su camino? ¿Es eso realmente justicia? Nuestros pecados están a la misma altura. “Gota a gota hasta formar un mar de sangre”. Pronto dejaremos de ser instrumentos de Ricardo. Estuvimos siguiendo un camino marcado por nuestro egoísmo. Ahora todo es irreversible. Al parecer una guerra es inminente incluso sin su presencia. Este mundo se prepara para su destrucción. Quizás siempre fue su destino perecer. ¿Cómo será el mundo que le sucederá? ¿Pero realmente no existe salvación? ¿Qué camino tomaremos luego de librarnos de la tutela de alguien que decía actuar por amor? “El amor es inerme. Solo el poder puede protegerlo y garantizar la justicia”. “La justicia y la violencia están hermanadas de una manera que solo unos pocos podemos ver”.
Recordando el último mensaje de Jack… me doy cuenta de que aún no he amado verdaderamente.