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Yugo (3): ¿La traición? («Reboot», cap29)

Reboot

cap29

 

¿La traición?

yugo

 

Julián:

A veces las convicciones se tambalean.

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Capítulo 3: Mariana, la inconversa

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2 de octubre del 2014

«¿Me vuelves a explicar por qué apoyamos esos blogs?»

Alex Aguilar: «Necesitamos crear una opinión espontánea a nuestro favor. Y difamar sin que se nos relacione. Así podemos filtrar documentos sobre nuestros enemigos sin comprometernos»

«¿Y por qué te financiamos a ti?»

Alex: «Porque Morales es nuestro vocero extraoficial, pero yo soy quien le susurra a los ciudadanos»

«Bien, señor periodista. ¿Se enteró sobre lo de Francia?»

Alex: «Sí, el presidente mandará tropas contra el Estado Islámico. Será espectacular»

«Sí, eso está bien. Pero yo me refería a lo de Vallaud-Belkacem»

Alex: «Najat es una mujer admirable»

«No te creo nada. Esa terrorista hija de puta…»

Alex: «Miguel, si yo te traicionara… ¿qué harías?»

Miguel: «¿Por qué me traicionarías?»

Alex: «Ninguno de los dos es fascista ni corporativista. ¿Por qué estamos de lado de ellos? Aún podemos renunciar a todo esto»

Miguel: «¿Qué opción tenemos? Si no somos nosotros, lo harán los del bando de Alexander. Prefiero que seamos nosotros. Así ganaremos tiempo. No olvides que nuestro objetivo es hacer menos sangrienta esta guerra civil. Estoy harto de repetir lo mismo casi todo los días. Ahora vete y no me jodas más»

Alex: «¿Y si yo me uno a él? ¿Si realmente me pongo de su lado? Vete con tu familia. Déjame esto a mí»

Miguel: «Veo cómo ahora te arrepientes de todo. Ahora te das cuenta de lo que implica esa lista. Tendrás que cargar con esa culpa para siempre. Esa lista en manos de Alexander implica derramar sangre. En mis manos sabes que ese no será el destino de esas personas»

Miguel: «¿Y la opción de rechazar un conflicto? ¿Tan rápido renunciamos a eso?»

Alex: «Seguir pensando en esa opción solo nubla tus juicios. Esa opción nunca existió»

Miguel: «¿Acaso ya no crees en el perdón?»

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El segundo semestre del 2012

por Miguel Helguera

Pude conversar un poco más con Mariana sobre lo que esperaba del futuro y si realmente le interesaba abrazar La verdad…

Miguel Helguera: «Y esa es la moraleja de la fábula del Señor Gallito»

Mariana: «¿Cuál moraleja? jaja ¿Tiene moraleja? jaja»

Miguel: «Claro, es un símbolo de fe y nuevas oportunidades»

Mariana: «¿Sí? ¿Desde cuándo?»

Miguel: «Bueno, la moraleja es que en la vida real solo existen finales abiertos. A excepción de la muerte, claro»

Mariana: «Claro, y el Gallo se llama Bobby Benito jaja»

Mariana: «Es una huevada de historia»

Miguel: «…»

Mariana: «Disculpa. Sé que no te gusta que hable así. Siempre hablo así. ¿Cómo te va con eso de tu profesor?»

Miguel: «Usaré el tiempo que me queda para realizar una prédica hacia mis compañeros»

Mariana: «Pero… así no ganarás el debate»

Miguel: «¿Y? ¿Qué importa el debate? Mariana, tengo la oportunidad de hablarles a mis compañeros sobre lo que Cristo hizo por mí. ¿Por qué no aprovechar ese momento? He comprendido recientemente que debo hacer eso. Así ganaré el debate… de alguna manera»

Mariana: «Prometiste que me darías argumentos para poder creer»

Miguel: «Si lo hiciera, quizás llegarías a creer por motivos equivocados. La fe es algo distinto. Es un confiar. Lo que realmente debes hacer es comprender la fe»

Mariana: «¿Por qué entonces hemos salido hoy? ¿Para qué?»

Miguel: «Para que pueda decirte esto personalmente. Pensé que era la mejor manera. Era mejor que no decir nada. Ahora debo enfocarme en otras cosas»

Mariana: «¿Qué? No entiendo. Te das por vencido. Te diste por vencido con lo del debate. No eres capaz de defender la existencia de Dios. No eres capaz de decirme nada convincente. ¡Y prefieres simplemente desaparecer! ¿Es que ni ninguno de tus amigos pudo ayudarte? ¿Todos tienen una fe tan ciega?»

Miguel: «Yo no quiero discutir contigo, Mariana…»

Mariana: «¿No? ¿Entonces? ¿Nadie te pudo ayudar? ¿No dijiste que eran tus amigos?»

Miguel: «No se lo he contado a nadie. Y lo del debate… no me dijeron nada. Donatello nunca me dijo nada…»

Mariana: «¿Quién? ¿Quién es Donatello?»

Miguel: «Bien, no lo conoces. Solo Alex me aconsejó algo»

Mariana: «Ese imbécil. Tienes amigos realmente idiotas. ¿Qué te dijo?»

Miguel: «Que hay discusiones que no se ganan… que no es necesario ganar. Solo hay que aparentar hacerlo»

Mariana: «¿Qué mierda significa eso? Aparte de lo obvio. ¿Qué clase de consejo de mierda es ese?»

Miguel: «Quiere que desprestigie al profesor de alguna manera. Que lo difame. Que así todo lo que diga sonará falso o mediocre»

Mariana: «Es un imbécil. Al igual que tú».

Miguel: «Yo… debo irme»

Mariana: «Sí, vete. ¡Vete a la mierda!»

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Otro día aquel mismo semestre

Alex: «Un héroe que se convierte en villano para hacer la guerra bajo sus propios términos… ¿qué opinas?»

Miguel: «Sí»

Alex: «Me gusta más cuando finges que mis historias te importan. Hoy estás muy raro. ¿Me vas a contar qué pasa?»

Miguel: «No, nunca te contaría nada. Yo tampoco sé nada de ti. Así está todo bien»

Alex: «¿Pero qué opinas de la premisa de mi nueva historia?»

Miguel: «Creo que pasas por alto algo. Imagina un barco. Todos estamos ahí. Está la gente que tú calificas de sacrificable. Yo no creo que su condición no tenga remedio. Bien, en el mismo barco está la gente que amas. ¿Cómo planeas hundir ese barco y salvar a la gente que amas? Lo mismo pasa con un país. ¿Cómo esperas que no sufran inocentes? El protagonista de tu historia simplemente no ha pensado bien las cosas. La violencia nunca es la solución».

Alex: «Ja»

Miguel: «Schrödinger alguna vez dijo que para algunos la iglesia era ya simplemente un partido político y la moral una molesta limitación. Veo que muchos lo creen en la actualidad. Yo no creo que estemos llamados a juzgar a nadie. No lo estamos. Hablar y escribir sobre una guerra así tan ligeramente… no le encuentro sentido».

Alex: «¿Y has leído los textos de…el general Alexander?»

Miguel: «Me es imposible no leer algo. Él está loco. Cada una de sus ideas es más loca que la anterior. Jamás sería miembro de un movimiento tan retorcido»

Alex: «¿Y sí su líder? Jaja»

Miguel: «Imposible jaja. Ni aunque me pagues»

Alex: «El general Miguel Ricardo Helguera jaja»

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¿Quién eres? ¿Cómo puedes hurgar en mi mente? ¿Quién eres realmente?, Alex