La trata de mujeres: un invento feminista para someter al hombre
*texto de Aldo Andonegui.
Seguramente todos han escuchado en numerosas ocasiones sobre un fenómeno omnipresente y de escala global como es la trata de personas con sus terribles historias sobre numerosas mujeres que fueron secuestradas o engañadas para ser forzadas a trabajar en la prostitución por las mafias de la trata. Los medios de comunicación nos cuentan casi a diario sobre los casos de mujeres liberadas de las redes de trata que las prostituían pero, eso sí, nunca dan sus testimonios ni dejan sus nombres.
La propia ONU hace numerosas advertencias asegurándonos que el negocio de la trata de personas ya es comparable al narcotráfico (por más absurdo que esto suena) y que hay más de 11 millones de mujeres y niñas en el mundo que son víctimas de la trata de personas.
Y como frutilla del postre tenemos a la ya impresentable Susana Trimarco que nos cuenta que su hija (Marita Veron) fue secuestrada por una red de trata para ser prostituida. Y los medios lo único que hacen es repetir esta historia una y otra vez haciéndonos creer que este es el destino de casi todas las mujeres que trabajan en la prostitución.
Y la gente se lo cree. Ya tenemos a una sociedad que está convencida de que la trata de personas en la prostitución es un fenómeno generalizado que afecta a miles de mujeres. Por lo tanto numerosas ONG´s de Feministas Radicales salen con las frases tan poco afortunadas como “SIN CLIENTES NO HAY TRATA” culpando directamente a todos los varones clientes de la existencia de la trata y exigiendo del Estado la aprobación de las leyes anti-trata para poner fin a este delito. E incluso exigen penalizar a los clientes de la prostitución violando los Derechos Individuales más básicos tanto de los clientes como también de las trabajadoras sexuales
Pero la cruda realidad que yo mismo pude descubrir después de dos años de investigaciones es que la trata de personas en la prostitución prácticamente NO EXISTE, salvo alguno que otro caso aislado y excepcional. Tampoco existen redes ni mafias de trata nacionales ni mucho menos internacionales. Todo es un mentira, una mentira muy mal intencionada. Y ahora explicaré por qué es una mentira y quién está detrás de todo esto.
El origen de la mentira
La trata de mujeres es un invento feminista que fue creado a fines del siglo XIX y su finalidad fue crear un pretexto para justificar la prohibición de la prostitución y clausurar los prostíbulos que en 1900, pese a los intentos, seguían siendo legales casi en todo el Occidente. Las feministas de la Primera Ola no eran ningunos ángeles con una causa justa de alcanzar la igualdad de derechos con los hombres. No, nada de esto. Las primeras feministas ya eran una banda de fascistas misándricas y completamente hembristas que odiaban profundamente a los hombres y que buscaban conseguir el mayor número de privilegios para las mujeres a costa de los derechos y libertades de los hombres. Y de hecho ya en los 1900´s en todo el Occidente las mujeres tenían muchos más privilegios que los hombres (que eran realmente ciudadanos de segunda). Pero lo más grave es que estas feministas misándricas también buscaban prohibir la prostitución para castrar a los hombres, ya que en la época del puritanismo del final del siglo XIX la prostitución era casi la única forma de obtener el sexo para el hombre. Además, las primeras feministas (al menos en EE.UU. y Gran Bretaña) en su gran mayoría eran puritanas conservaduristas y eran las mismas feministas que exigían la “Ley Seca” en EE.UU. a principios del siglo XX.
Lo fundamental para ellas era prohibir la prostitución que era la única vía de escape para los hombres en la que estos podían tener sexo a cambio de un pago aceptable. Ya que la única alternativa era casarse con una mujer puritana que considera al sexo como “una asquerosidad” y vivir en un matrimonio matriarcal y puritano infernal. Las feministas sabían esto y era lo que buscaban conseguir: esclavizar a los hombres en un sistema matriarcal y castrador donde estos ya no tendrán ninguna escapatoria.
Para este fin inventaron el mito sobre la trata. Y esto no es un invento mío. En Francia, en 2009, ya salió el libro publicado por el investigador francés Jean-Michel Chaumont que se llama “El mito de la trata de blancas: historia de una manipulación”. Allí el autor nos cuenta cómo a partir del año 1880 en Francia nace el mito sobre la trata de blancas que era creado y proliferado por las feministas. Cuenta cómo las feministas contaban que en el país son secuestradas las chicas jóvenes de las familias pobres para ser prostituidas en los prostíbulos o ser llevadas al exterior. Este mito se prolifera por toda Europa y aparecen grupos políticos que le dan su apoyo y lo llevan en su bandera. La propia Sociedad de Naciones (predecesora de la ONU) crea numerosos tratados para “combatir a la trata”, pero en realidad siempre eran tratados anti prostitución. Más adelante las feministas crean una alianza con la derecha puritana que abogaba por la higiene social, la cual era la que buscaba acabar con la prostitución. Y en conjunto logran que después de la Primera Guerra Mundial en casi toda Europa se prohíban los prostíbulos que hasta ese entonces eran completamente legales y la prostitución se ilegaliza y marginaliza tanto jurídicamente como socialmente.
Pero lo más interesante era que el investigador francés obtuvo archivos de investigaciones policiales de Francia y Bélgica de los principios del siglo XX y hasta archivos de la Sociedad de Naciones y lo que pudo comprobar es que jamás se comprobó la existencia de trata. Y ya ni hablar de una trata generalizada. No hubo evidencia de la existencia de si quiera unos pocos casos de la trata. No los hubo. Todo era una mentira; todo era una manipulación.
En esta página se puede leer el resumen de este libro en francés (todavía no está traducido al castellano):
http://www.scienceshumaines.com/la-traite-des-blanches-histoire-d-une-manipulation_fr_24098.html
Y Jean-Michel Chaumont no es el único que desmiente de raíz la falacia feminista sobre la trata de mujeres en prostitución. El político y escritor británico Ernest Bax ya en el año 1913 advertía que el cuento feminista sobre la trata es una de las tantas armas del feminismo en su guerra contra el hombre. Y lo explica detalladamente en su libro sobre los horrores y mentiras del feminismo, un libro que fue escrito en 1913 y puede leerlo en directo acá:
“El Fraude del Feminismo”. Por Ernest Bax:
http://www.ministeriodeequilibrio.com/viewtopic.php?p=15870
Y lo más interesante es que hasta la propia Emma Goldman, una feminista anarquista muy contraria al feminismo puritano de la Primera Ola, defensora de la sexualidad libre, honesta y de ciertos principios, advertía a principios del siglo XX que toda esta histeria social sobre la trata de mujeres era muy exagerada, ya que la gran mayoría de las mujeres trabajaba en los prostíbulos por su voluntad y nadie las obligaba a esto.
Y toda esta mentira feminista que nació en la segunda mitad del siglo XIX y que se extendió a lo largo de todo el siglo XX cobró cada vez más fuerza, apoyo y peso. Y para el año 1949 la ONU aprobó un tratado internacional que obligaba a todos los Estados que lo firmaron a prohibir todo tipo de actividad prostibularia y penalizar a todo aquel que abra un negocio de prostitución (un prostíbulo o cabaret). Sin importar que todo sea un contrato voluntario entre el empleador y sus empleadas (trabajadoras sexuales) que es un acto completamente licito desde los Derechos Individuales. Y hasta han dejado un espacio jurídico para más adelante empezar a penalizar a cualquiera que solicite servicios sexuales (o sea a los clientes que paguen por sexo). Prohibición que Suecia puso en práctica en 1999 penalizando al cliente de las prostitutas. De este forma se ilegalizó la prostitución en casi todo el mundo a través de la nefasta rol de la ONU que desde el principio de su creación era controlada por los sectores pro marxistas y pro feministas que odian la prostitución.
(el resto, las 8 páginas que faltan, sale mañana)
Aldo Andonegui
Varonista