Type and press Enter.

Entrevista a Reconstruyamos el Imperio español sobre el indigenismo político («Entrevistas breves», 06/05/2014)

– Entrevista entierra los mitos del Indigenismo político.

imperio español

 

1.- ¿El indigenismo político puede pasar de ser una reivindicación social a ser mera irracionalidad vengativa?

 

El indigenismo es un movimiento populista que emplea para sus fines el sentimiento de venganza que surge de una premisa falsa. Los indigenistas se esfuerzan en afirmar que los indígenas fueron esclavizados y masacrados por los conquistadores españoles, y que, desde entonces, perdieron su riqueza, su dignidad y sus tierras, culpando a los españoles modernos de lo que supuestamente hicieron sus antepasados.

Lo cierto es que nada de esto resiste un análisis histórico serio. Evidentemente, la conquista fue violenta, y hubo muertos, en ambos bandos, y las enfermedades europeas se cebaron en los nativos, y las enfermedades del Nuevo Mundo golpearon con fuerza en Europa. Hubo gente que abusó y se cometieron crímenes, como en toda sociedad humana. Sin embargo, ha de quedar muy claro que, una vez se investigan las fuentes históricas, resulta evidente que los indígenas quedaron bastante favorecidos con la nueva situación, y que la Corona activamente trabajó por reconocer y proteger los bienes y las personas de los indígenas tanto como supo hacer. El estado de pobreza y marginación que sufren las comunidades indígenas hoy día no se debe a ninguna acción de reyes o virreyes, sino a la actuación directa de las repúblicas independientes. Resulta llamativo que muchos indígenas reclamen sus tierras ancestrales mostrando los títulos de propiedad que la Corona expidió como prueba notarial de la propiedad que tenían sobre dichas tierras.

Algunos importantes representantes de las comunidades indígenas de ciertos países han llegado a reconocer públicamente que, como súbditos de la Corona, tenían más derechos y más dignidad que como ciudadanos supuestamente libres en las nuevas repúblicas.

El indigenismo político se ceba en la situación de ignorancia en la que dichos gobiernos mantienen a las comunidades indígenas, desviando su atención y canalizando su odio y frustración hacia los supuestos malvados conquistadores, mientras dejan de ver quiénes son los que verdaderamente les roban.

 

 

 

2.- Para que les quede claro a los lectores… ¿desde cuándo el balance es bueno? ¿Desde el momento en que se les reconoce como súbditos, no? Siempre se ha condenado eso (lo anterior… cuando no se les consideraba con derechos –O sea, antes de Bartolomé de las casas). Pero parece que ahora es mero resentimiento. Hubo un sincretismo. ¿Por qué es malo hablar de restablecer esas comunidades indígenas y, en cambio, bueno restablecer el Imperio español?

 

El balance es bueno desde el comienzo, ya que desde el mismo momento en el que hubo constancia de que había gente viviendo allí, fueron considerados súbditos de las nuevas tierras conquistadas para la reina de Castilla. Al contrario de la creencia popular, en ningún momento se duda de que se trata de seres humanos y no hay constancia alguna en los documentos oficiales ni en las crónicas de que se dude de ello.

Cuando Colón recibió el título de Virrey, como le fue prometido en caso de tener éxito, hizo esclavos a muchos indios y los llevó con él a España. Sin embargo, al presentarse ante la reina en 1496 y ofrecerle unos esclavos, ésta se enfureció y contestó “¿Y con qué autoridad dispone el Almirante de mis súbditos?” y mandó liberarlos y enviarlos de vuelta a su casa. Tras esto, la reina Isabel mandó a su enviado especial, Francisco de Bobadilla, para que devolviese las Antillas a los indios. Éste, además destituyó a Colón de su cargo de virrey y lo envió de vuelta a España en calidad de prisionero por sus abusos. Está claro, como se ve, que la Corona nunca vio a los indígenas como siervos de los que disponer a su antojo, sino como súbditos libres con derechos sobre sus propias tierras. En 1504, tres días antes de morir, la reina Isabel añadió un codicilo (un anexo) a su testamento donde hablaba específicamente de los nativos diciendo lo siguiente:

“Concedidas que nos fueron por la Santa Sede Apostólica las islas y la tierra firme del mar Océano, descubiertas y por descubrir, nuestra principal intención fue la de tratar de inducir a sus pueblos que abrazaran nuestra santa fe católica y enviar a aquellas tierras religiosos y otras personas doctas y temerosas de Dios para instruir a los habitantes en la fe y dotarlos de buenas costumbres poniendo en ello el celo debido; por ello suplico al Rey, mi señor, muy afectuosamente, y recomiendo y ordeno a mi hija la princesa y a su marido, el príncipe, que así lo hagan y cumplan y que éste sea su fin principal y que en él empleen mucha diligencia y que no consientan que los nativos y los habitantes de dichas tierras conquistadas y por conquistar sufran daño alguno en sus personas o bienes, sino que hagan lo necesario para que sean tratados con justicia y humanidad y que si sufrieren algún daño, lo repararen.”

Como puede verse, el único momento en el que hubo abusos impunes fue durante el tiempo que la noticia tardó en llegar a la Corona y la reacción de ésta llegó a su destino. De haber existido comunicaciones instantáneas como tenemos hoy día, Cristóbal Colón habría durado, a lo sumo, 48h en el cargo por abuso de poder sobre los nuevos súbditos de la reina.

Por último, la cuestión de por qué restablecer el imperio o las comunidades indígenas es una falsa oposición. Como podemos ver claramente, restablecer el imperio es, de hecho, restablecer las comunidades indígenas, ya que volverían a tener reconocidos unos derechos que mantuvieron hasta que la Corona dejó de ejercer la tutela sobre aquellas tierras. La desgracia para los nativos fue perder al rey y las garantías que éste les daba. Su miseria llegó cuando el Rey se fue.

 

 

3.- ¿Por qué es tan difícil entender esto para quienes crecieron con la teoría del saqueo hispánico? ¿En qué país habría que comenzar a difundir la verdad?

Es difícil de entender porque, para quien ha sido educado en ciertas ideas, requiere un esfuerzo abandonarlas. Vivimos en un mundo donde la Leyenda Negra se enseña y se repite como verdad indiscutible, donde, además, se oculta la historia. Para la mayoría de la gente, desconocedora del pasado, resulta muy fácil creer que la pobreza, la corrupción y todos los males que sufren sus países son culpa del supuesto saqueo español. En una sociedad donde el marxismo cultural culpa a los europeos de todos los males y presenta las sociedades prehispánicas como angelicales, es difícil dar con el mecanismo mental que impide descubrir la incoherencia de achacar la situación actual a una Corona que hace 200 años que ya no tiene ningún control sobre dichos países. Pero, cuando uno investiga y descubre que la situación económica y social era mucho mejor antes de las independencias, entonces empiezan a caerse los mitos.

Por otro lado, también juega un papel muy importante el orgullo. Muchos, aunque ven que los hechos históricos contradicen sus mitos, se empecinan en defenderlos, ya que perciben que, si reconocen que dichos mitos son falsos, estarían admitiendo que fueron tan ingenuos que estuvieron engañados por años. Pero hay que dejar muy claro que, si la mayoría de la población permanece engañada, no es porque la gente sea estúpida o ingenua, sino porque hay intereses dedicados a alimentar los mitos históricos y ocultar la verdad. Si ésta quedase al alcance del público general, posiblemente la mayoría de la población cambiaría de parecer.

La verdad debe comenzar a difundirse en todos los países a la vez. De nada sirve esforzarse en una región y olvidarse de las demás, pues este mecanismo que alimenta la Leyenda Negra y la mentalidad de conquistado se retroalimenta de sus vecinos. Es muy difícil romper esquemas cuando uno se ve solo y aislado mientas el resto de la gente repite la misma mentira una y otra vez.

 

 

4.- ¿Creen que Argentina es la peor plaza para comenzar? ¿Ellos se pueden sentir justificadamente como descendientes de italianos? ¿O están negando sus verdaderos orígenes?

En realidad, Argentina es tan buen o tan mal lugar como otros. En Argentina tienen sus problemas locales que, aunque sean distintos a los de otros, igualmente obstaculizan el acceso del público a la verdad histórica. Lo único que cambia es el método para acercarse a la gente, que ha de ser distinto al de países con un mayor componente indígena. Argentina ha sufrido una fuerte inmigración italiana y de otras nacionalidades que quizás ha hecho que muchos no sientan el apego que puede sentir un argentino de ascendencia española. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que todos los argentinos, provengan de españoles, italianos, nativos o de otras procedencias, han nacido o han adoptado la cultura hispánica como propia. Por otro lado, un argentino que odiase el legado hispánico estaría odiando a la propia Argentina. Uno bien puede provenir de familia rusa, pero el país y la cultura que ha adoptado como suyos, pertenecen enteramente a la hispanidad. Son parte de ella, enriquecida con los aportes de estos inmigrantes posteriores, igual que se enriqueció al fusionarse con los pueblos nativos.

 

5.- ¿Puede el Indigenismo volverse algo peligroso y vengativo?

 

Sin duda. De hecho, así es normalmente. El indigenismo está basado en el odio y la venganza. El ideario marxista de la lucha de clases está representado en el indigenismo por el idílico mundo perfecto indígena en contraposición al malvado opresor colonial. Culpa de todas las desgracias presentes al supuesto sometimiento denigrante de los indígenas y al también supuesto expolio de sus riquezas, que serían el origen de esta injusticia. Por ello, el indigenista es agresivamente contrario a la herencia hispana de sus ancestros, desconociendo el riquísimo intercambio cultural que se dio, en muchos casos, en paz y respeto mutuo.

 

 

6.- El caso boliviano es un triunfo indigenista o… ¿será quizás la perfecta prueba de su fracaso?

 

Bolivia es el triste ejemplo de lo que ocurre si se deja al indigenismo gobernar. Se cae en una serie de despropósitos y tópicos de lo que los indigenistas creen que ha de ser la cultura indígena. Se dedican a promover una serie de gestos folklóricos interpretados según este esquema ficticio y se deja de gobernar para todos simplemente para comenzar a gobernar solamente en favor de los históricamente agraviados, perjudicando al resto. Recordemos que el culpable de la miseria de los indígenas hoy día no es España, ni la Corona, es el gobierno de las repúblicas surgidas de la guerra civil que asoló el continente y que acabó en la fragmentación de la hispanidad. Fueron los nuevos gobiernos de dichas repúblicas los que, bajo el pretexto de justicia e igualdad, quienes eliminaron las leyes que protegían a los indígenas y les arrebataron sus tierras comunales, exterminándolos o desplazándolos a las zonas menos productivas. Ni el revanchismo ni el odio a España va a arreglar una solución surgida del rechazo a España y a la Corona.