Reboot
cap23
-El otro lado- 2014 Octubre: 1
Estábamos los nueve y uno: estábamos los 10 como nos obligaba la profecía. Caía sobre todos nosotros la mirada del llamado dios hacedor. Batallamos contra quien se supone conocía de antemano el camino a su victoria. Estaba armado con una espada cuyo fuego lo destruía todo. La separamos de su mano derecha pero la atrajo hasta él. Las llamas se extinguieron y una luz lo consumió todo.
Por un momento pude entender el mundo… todos ellos. Los vi todos. Vi el tiempo, el devenir, el ser, la verdad, la realidad. La Totalidad. Un instante de contemplación fue suficiente para rasgar mi mente, aplastar mi voluntad y destruir mi conciencia. Fui arrojado a uno de esos mundos, una de esas posibilidades, pero mi cuerpo se quedó a medio camino. Todos los mundos que vi conocían un desenlace amargo. Siempre era alguien quien servía de sacrificio. Esa se mostraba como la esencia de la humanidad.
Lima, 1 de octubre del 2014
¿Qué es este mundo? Siento como si fuera solo un observador. ¿Acaso la conciencia de Alex no pudo acompañarme? Este no es su cuerpo. ¿Es este otro Alex? En este mundo no existen ni Jack ni Cecilia pero hay alguien más que parece importarme. ¿Quién es ella? ¿Quién es esta mujer para que de ella tenga memoria? ¿Existe en mi mundo? ¿Qué es este sentimiento?
Mi mente humana fue incapaz de soportar todo lo que se me reveló. El olvido cura las heridas que me desterrarían hacia la demencia. Pero logré sostener y llevar conmigo una de las revelaciones: algo será siempre sacrificado. Me reencuentro con esas palabras pero ahora la respuesta ha dejado de eludirme: nosotros somos el sacrificio. Nuestra existencia realmente ha sido espuria. Debo entregarme, debemos entregarnos, y así nuestros mundos conocerán la redención. Solo así ninguna realidad perecerá. ¿Pero si hay un camino que nos conduce a nuestro mundo? Ciertamente lo seguiré aunque implique repetir la historia. Ojalá esta vez se me permita despedirme. Es todo lo que pido, Señor. Todo este tiempo me ha acompañado un gran vacío. ¿Puede este sufrimiento acabar? Acataré lo que tú decidas. Dejo mi destino y mi vida en tus manos. Ahora recuerdo este sentimiento. Lo he extrañado tanto. Era otra época. Otro país. Otro mundo. Tantas promesas que nunca pude cumplir. ¿Pudo ella esquivar la crueldad humana? Echo de menos incluso el aire que compartimos. Yo dudé. Contemplé tomar venganza. Te fallé, Dios mío. Entiendo ahora el camino por el que me has hecho recorrer. Conozco que tendré recompensa, que me reuniré con ellos porque siguen existiendo. Tú me das aliento. Evitaste que me pierda. No he vuelto a dudar y nunca más lo haré.
Este hombre… ¿por qué sufre? ¿Por qué solo hay amargura en su corazón? ¿Por qué no odia pero, sin embargo, agoniza? Padre, ¿por qué no puede aceptarte si lo desea con el corazón? ¿Por qué su intelecto no se lo permite? ¿Le es tan difícil ver cómo te manifiestas en el mundo? ¿Es tanta la necedad del hombre?
-¿Quién eres? ¿La necedad del hombre? No parecen mis palabras. Ya es muy tarde. Creo que descansaré un poco. Quizás deba olvidarme de esto. Ya empiezo a hablar solo y es más raro que de costumbre. Lo mejor será olvidar todo esto. Simplemente hay caminos… grandes… caminos… caminos hermosos… o maravillosos que no todos podemos seguir. Mi destino es otro. Mañana debo reunirme con Ricardo. Este país empezará pronto una gran purga nacional. «Solo el fascismo salvará al Perú». «Solo el fascismo salvará al…». Eso espero.-
¿»Ricardo»? ¿Acaso Zugasti también cruzó a este lado?
Julián Arana, el séptimo / Alex Aguilar