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-El otro lado- 2014 Octubre: 7-8 (“Reboot”, cap25)

Reboot

cap25

 

-El otro lado- 2014 Octubre: 7-8

París destrucción

 

7 de octubre

 

No sería fácil dejar el partido. Me convertiría en una especie de apostata. En este mundo era yo también un humano ordinario que apenas podía defenderse. ¿Cómo me enfrentaría a todos mis camaradas? Solo debía huir quizás. En este mundo el partido apenas empezaba a ser una amenaza real. Pero el estreno de sus prácticas radicales parecía acercarse con violencia.

 

Si pudiera contar con mi otro cuerpo, lo podría asesinar sin problemas. Llevo ya siete días en este mundo alejado del campo de batalla. No sé si este fue el desenlace de desafiar a ese demonio. ¿Debo quedarme en este mundo para siempre? Si es así, ¿cómo debo protegerlo? Dios, si estoy aquí es porque existe una manera. No me darías algo con lo que no pudiera lidiar. Debe haber una forma.

 

 

 

8 de octubre

 

Estaba algo tarde para la ceremonia de Luis… ese otro Luis. Leí algunos de sus textos la noche anterior. Distaban mucho de la literatura barata que escribía en mi mundo. Los recuerdos de Jack me acosaron en la madrugada. Recordé a Cecilia y el sentimiento ambiguo que terminó sintiendo hacia ella. Todo en aquel 2011 era sencillo. Aunque todo terminó complicándose.

 

– “Alex, compare. ¿Estás bien? ¿Te quedaste en shock? ¿Me estabas escuchando?”

 

Llegué y él me recibió con los brazos extendidos. Con un gesto que se ubica entre el recibimiento y el reclamo. Pero eso había acontecido hace 10 minutos. No recordaba lo que relató desde su celular. Mi mente estaba desapareciendo. Algo me atraía de regreso al otro lado… al campo de batalla. O a algún otro lugar.

 

Tuve que disculparme. No podía mentir. Él cerró un poco los ojos y no dijo más. Hizo un gesto para que pasara al lugar de la ceremonia. Recordé entonces que traía una pequeña pistola. No encontré razón.

 

– “Alex, hoy debo decirte algo. He esperado unos días. Ahora entiendo esos textos que hacías hace unos años. Ese otro mundo y esas cosas. Pasa. Ya te enterarás. Tiene que ver con ese partido al que te uniste”.

 

¿Acaso le conté todo? ¿O cómo lo sabe? Sentí miedo y duda. Quise huir. Hice como si estuviera obligado a atender unos mensajes. Luego una llamada. Luis se adelantó sin sentirse insultado.

 

Saqué el arma de mi casaca sin que mi voluntad se viera implicada. Yo estaba desapareciendo. Alex volvía a emerger. Vi a un hombre. Él me llamó de un grito. Cuando volteé, él ya había disparado.

 

 

Una vez más pude ver todos los mundos. Me arrastré hasta mis propios recuerdos del pasado. Vi todo como si transcurriera ante mí. Pude verla brevemente. ¿Era 1936? ¿1937? Quise acercarme y decirle algo. Pero luego vi el futuro. Vi una vida sumida en la impotencia. Y a un discípulo. ¿El año 2037? “Usted, Alex, es un experto enseñando lo que ignora”. Palabras que encontraba halagüeñas. ¿Por qué? ¿”Jacotot”? ¿Qué mundo se dirigía a ese futuro? Vi a alguien más y palabras que Alex dedicó. “No permitas que me pierda. Ilumina el camino que está en tus planes y yo lo seguiré. Haz que no solo yo pueda verlo. Muéstrale lo que guarda mi corazón y lo que esconde mi mente. Entrégale mis memorias. Permite que esta vez pueda renunciar a mi egoísmo. Sálvame de mi destino”. ¿Pero era acaso este un tercer mundo? Mi mente no lo soportó más y huí a cualquier lado. Ante mi mente estaban los recuerdos de Jack. Huí hacia ellos. Por fin pude verlos desfragmentados. Él inició todo. Él desafió el destino que le impusieron esos monstruos. El hombre con quien intentaron fusionarme entendió la importancia de su voluntad. Porque incluso Dios no puede actuar si uno no se lo permite.

 

 

Julián Arana, el séptimo / Alex Aguilar