– Stallone merece el Oscar.
Por C.
¿La perfecta culminación de una saga? Rocky ya no pelea. Y esta vez no importa. ¿Cómo calificar Creed? Como un drama sublime. Adonis Johnson, hijo no reconocido de Apollo Creed, renuncia a su trabajo como oficinista y a su vida en una mansión para mudarse a la Filadelfia de Rocky Balboa.
Rocky toma el lugar de Mickey, su mentor. El ciclo se cierra. Los primeros minutos de esta película son un deleite para todos los que disfrutaron las batallas de Rocky y Apollo. La incógnita sobre la tercera pelea sea desvanece. “Él ganó”, revela el viejo campeón ante la insistencia de este nuevo Creed. La cinta es un homenaje a toda la saga: Otra vez un aficionado contra el máximo campeón, una vez más se vislumbra una revancha, Rocky devolviendo el favor a la estirpe Creed que le dio la victoria sobre Clubber Lang, Rocky volviendo a ser entrenador como en la quinta película y Rocky en la esquina de la que el mundo espera muy poco.
¿Lo más flojo? Las escenas románticas. Aunque no molestan mucho y no son ajenas a la saga. Esta vez no adelantaré más. Es una película que deben disfrutar con todo y sorpresas. Desde la sexta película (memorable, por cierto), el resultado de la pelea ya es al menos un poco impredecible.
8,5/10