Por C.
El final resulta un orgasmo para cualquier fan de la saga. Vemos a Darth Vader intentando rescatar los planos de la estrella de la muerte, mientras el mensaje llega finalmente a la princesa Leia (en un bastante aceptable CGI). «¿Qué nos han traido?», pregunta el mensajero. «Esperanza», responde Leia. Orgasmo.
¿Pero el resto de la película? Hay que tener en cuenta que esta es la historia de soldados anónimos y el director transmite eso al no contarnos casi nada sobre los personajes: acá los héroes importan nada individualmente, solo importan como el grupo rebelde que emprende una misión suicida.
Quienes piensan que la traición del padre de la protagonista le da coherencia a la primera trilogía, se equivocan. De acuerdo, hubo un fallo programado en la Estrella de la muerte… ¿pero no se resuelve en la segunda Estrella? Es decir, la destruyen casi de la misma forma. Los villanos cada vez se me hacen más torpes. Darth Vader y la breve aparición de Leia salvan la película. ¿A alguien le sigue pareciendo coherente que el Imperio tenga a soldados tan ineptos como los stormtroopers?
La aparición de Darth Vader se roba la película. ¿El otro villano? Olvidable por completo. La historia es para fans: o sea, por sí sola no se sostendría narrativamente. O tendría que explicarse como un grupo de rebeldes que luchan contra unos villanos muy torpes, con sus soldados aún más torpes, para robar los planos de un arma que apenas conocemos. Eso sí, nos emocionamos cuando la protagonista decide ir a robar los planos. Se transmite muy bien la atmósfera de Star Wars, pero nada más. ¿Para cuándo una película sobre Darth Vader? ¿Nunca dudó sobre su lealtad al emperador entre el capítulo III al IV?
6/10
(El final por sí solo es digno de algo más, pero acá se analiza todo)