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En esta entrevista, este ex terrorista no se escucha arrepentido en cuanto a su participación en la lucha armada. Incluso se detecta muchísima frialdad para hablar de las matanzas, llega incluso a bromear sobre estas. Sin embargo, luego afirma que la lucha ahora es pedagógica. ¿Usted cree que un hombre como este podrá reinsertarse efectivamente en la sociedad? Cárdenas, recientemente liberado, ha emigrado a Suiza y nos concede esta entrevista exclusiva.
Bertol Jiménez: ¿Usted envidia a Sendero Luminoso?
Peter Cárdenas (ex terrorista del MRTA): Claro que sí, ellos figuran en todos los libros de historia y nosotros nada. Apenas somos mencionados. Es una injusticia.
Bertol: Incluso se dice que Sendero era un partido político que usaba el terror como medio. La percepción general sobre ustedes es que sólo eran un grupo de matones.
Cárdenas: Eso es lo que más me duele. Dicen que éramos simples asesinos. En los textos escolares, los de Sendero son los jinetes negros del apocalipsis y nosotros casi una barra brava provinciana, casi una pandilla de cono. Luego, les han hecho creer que no teníamos ideología. Eso es falso. Nosotros seguíamos los ideales de Túpac Amaru segundo.
Bertol: ¿Y cuáles son esos ideales?
Cárdenas: Comenzar una guerra cuando nuestros negocios se ven amenazados.
Bertol: ¿Esos son sus ideales? Entonces el móvil de su lucha fue económico.
Cárdenas: Claro que fue económico. La sociedad nos importaba un carajo, por eso los matábamos como perros.
Bertol: ¿Usted tuvo la oportunidad de… trabajar para Sendero?
Cárdenas: Sí, pero sinceramente Abimael me daba miedo. Y sentía que me iban a lavar el cerebro. A Guzmán me lo encontré en la cárcel y le pregunté sobre su ideología. No entendí ni mierda. El sujeto está muy loco. Pero sí me da envidia lo que logró Sendero… ese reconocimiento que nosotros no tenemos. Solo por eso hubiera preferido ser de Sendero Luminoso y entrar en la historia.
Bertol: ¿Le importa mucho el reconocimiento?
Cárdenas: Es que el terrorista busca figurar. Y esto es algo que ahora lo sé viendo en retrospectiva. Algunos mataban por dinero. Otros porque les gustaba. Se respeta eso. Yo mataba por puro ego. Quería salir en los medios. Quería ser alguien. Así fuera considerado un hijo de puta.
Bertol: Usted no se escucha arrepentido, ¿se arrepiente de algo?
Cárdenas: Me arrepiento de haber estado en un grupo armado que no logró nada, en los libros de historia somos ninguneados. Si hubiera sabido que nos darían tan poca importancia, hubiese matado más gente.
Bertol: Bueno… ¿cuál era el criterio que usaba el MRTA para fijar las víctimas? Los de Sendero mataban a todo aquel que ostentaba el poder y a todo aquel que se les rebelara. ¿Usted cómo decidía a quién matar y a quién no?
Cárdenas: Yo no lo decidía, seguía las directrices de “el jefe”. Algunas veces era un poco complicado, “el jefe” me decía “mata al más feo, al más feo”. Y como todos eran feos, los mataba a todos (risas).
Bertol: Bien… ¿volvería a participar en una campaña sangrienta como esa?
Cárdenas: No, ya no. La lucha es ahora pedagógica. Mis camaradas y yo buscamos un cambio en la educación. Por eso queremos ser profesores. Queremos que los textos escolares nos tomen en cuenta como a los de Sendero. Lo de la embajada de Japón… majestuoso, ¿no? Matar gente no me interesa más, no puedo vivir de eso. El enemigo ahora es el Ministerio de Educación y su mediocridad. Quiero volver a Perú y ser catedrático.
Bertol: Decía usted en una entrevista que se arrepiente de dañar a familias, pero no de asesinar. ¿Cómo es eso?
Cárdenas: Una pistola no es dañina por sí misma… ¿no?
Bertol: Bueno, no. Hace falta alguien que dispare.
Cárdenas: Lo mismo pasa con matar. Asesinar no es malo. El detalle es quién lo haga.
Bertol: ¿Cómo? ¿O sea, si usted lo hace está bien?
Cárdenas: Perdón. No. Digo que depende de a quién se mate. Yo me arrepiento de matar gente inocente. Del resto de personas no me arrepiento. Los mataría de nuevo.
Bertol: Ok. ¿Qué es lo que más le llama la atención de la sociedad actual? Estuvo mucho tiempo en la cárcel…
Cárdenas: Se me acaba el tiempo y se escucha medio entre cortado por ratos.
Bertol: ¿Quiere que reiniciamos?
Cárdenas: No, unas preguntas más y ya. No me has preguntando sobre los empresarios japoneses. Matarlos era mi especialidad. Yo iría a la DIROES y le metería bala a Fujimori. Miro las encuestas y realmente me dan ganas de volver a las armas. Por eso mejor me voy del país. Estando lejos podré estar tranquilo.
Bertol: ¿Y a Acuña? ¿Qué le…
Cárdenas: Lo colgaría. A ese lo colgaría. Mira cómo dejó todo como alcalde. Investiga. Bueno, debo irme.
Bertol: Para finalizar. Si usted hubiera podido ser otra cosa, aparte de profesor, ¿qué hubiera sido?
Cárdenas: Sin duda alguna, periodista de espectáculos.
(niña peruana leyendo sobre el MRTA, esto es cosa de todos los días)
3 comments
No entiendo cómo escorias como este tipo se encuentran en libertad. El gobierno peruano debería asesinarlos, para que así nunca más le vuelvan a hacer daño a las personas. A todos deberían matarlos…
No quiero pensar mal, pero esta entrevista tiene algo de tendenciosa que parece… inventada. La verdad es que no sé, pero sería bueno una confirmación del propio Cárdenas. Nadie cambia tan radicalmente su discurso de una entrevista a otra, beneficio de la duda, siempre.
Yo vi a este tipo en una entrevista que le hicieron en Punto Final. Este señor dijo que se arrepiente de haber matado a tanta gente, y luego dice esto…¿Qué clase de persona es este señor? Creo que los terroristas nunca cambiarán, seguirán siendo la misma porquería de siempre. Debemos convocar a una marcha para que todos los terroristas que ahora están en libertad vuelvan a la cárcel, y que se mueran ahí.