El término; “violencia de género”; con frecuencia evoca la imagen de una mujer siendo agredida por su marido o novio; con una brutalidad unidireccional y en un régimen de dominación indigno e inaceptable. Sin embargo, como suele pasar; la realidad de tan lamentable fenómeno se aleja mucho de la descripción del mismo.
Empecemos por lo básico: ¿Qué es la violencia de género? Académicamente; se la define como la violencia ejercida contra un individuo o colectivo por razón de su sexo o género. Por, si se quiere; el desprecio u odio hacia el género de la víctima.
Desde aquí tenemos un primer problema: ¿Alguien ha sido agredido alguna vez por ser hombre o mujer? Si, desde luego; pero esas situaciones son excepcionales. Muchos de los victimarios de este tipo de violencia la ejercen sobre su víctima en función de carencias emocionales o un psicopático deseo de dominación; pero muy rara vez en función del género.
Es aquí donde el feminista promedio argumenta que el patriarcado impone roles de agresión sobre las mujeres por el hecho de serlo; con lo que la violencia de género lo es y es además una actitud genocida.
Pero es aquí donde pasamos a lo netamente empírico: ¿Realmente es el patriarcado el responsable de esto? A ver: Si lo fuera; debería notarse. Y debería notarse a través de ciertas desventajas estadísticas para las mujeres en este tipo de agresión; si es que no en otros también. Pero no es así.
Erin Pizzey ya encontró esto en los 70; cuando abrió el primer refugio para mujeres abusadas del mundo; en Gran Bretaña. Según sus observaciones; mas de la mitad de quienes llegaban a su refugio reconocían haber cometido abusos graves contra su pareja.
De acuerdo a investigaciones realizadasen 2009 por Deborah Capaldi, el 67% de las mujeres que buscaron refugio por violencia íntima en pareja habían cometido actos muy violentos hacia sus parejas; que luego les golpearon. La Doctora Capaldi examinó distintos tipos de violencia: Sólo cometida por el hombre, violencia mutua comenzada por el hombre; y violencia comenzada comenzada por la mujer. De todas estas; la más probable es la violencia mutua comenzada por la mujer. En conclusión; la violencia es bidireccional.
La Doctora Capaldi junto al Instituto Nacional de Salud de la Juventud de Oregon comenzó en 1983 un estudio de los comportamientos antisociales de jóvenes varones. Se tomó a varias parejas de los 18 a los 31-33; prestando especial atención al comportamiento masculino. El estudio examinó agresiones físicas y psicológicas entre ambos sexos; usando reportes de hombres y mujeres sobre su propia violencia, sus reportes de la violencia de sus parejas; y agresiones observadas. Como regla general; los hombres tienden a reportar las agresiones cometidas por ellos y las agresiones haca ellos. Al contrario; las mujeres tienden a reportar por demás la violencia hacia ellas. Las parejas en el estudio fueron seguidas por los monitores del estudio. Por ejemplo; planearon una fiesta o una discusión con su pareja y fueron filmados y observados.
Un estudio conducido por la Escuela Médica de Harvard en una cuesta de 11.000 hombres y mujeres encontró que el 50% de la violencia es recíproca. Hombres y mujeres eran igual de agredidos y violentos. El estudio encontró que cuando la violencia venía sólo de un lado, es decir no provocada, ambos sexos admitieron que el 70% de las veces era la mujer quien cometía la violencia. Este artículo fue publicado en 2010 y borrado por la presión de lobbys de izquierda. Por suerte; pronto volvió a ser publicado.
Otro estudio por la Asociación de Psiquiatría Americana publicado en 2006 encontró que en el 49% de las relaciones violentas las agresiones eran recíprocas. En las relaciones con violencia no recíproca; las mujeres eran las perpetradoras en más del 70% de los casos.Los hombres estuvieron más probables a cometer lesiones.
Según el estudio internacional 500 Razones para un Prejuicio,;se registraron tasas similares de violencia física para ambos sexos total o leve en 137 estudios y por violencia física grave en 44 estudios. La relación entre lesiones sufridas por hombres y las sufridas por mujeres era del 77% de las sufridas por las mujeres; y los niveles de atención médica requerida son similares para ambos sexos.
Según el UNDOC ( United Nations Office on Drugs and Crime ); la relación entre víctimas de asesinatos en pareja en hombres y mujeres es de 1/3.
En un estudio de 1997 en Chile bautizado; Violencia Prematrimonial: Un Estudio Exploratorio en Universitarios; se encontró que el 45% de las mujeres;y el 55% de los hombres padecieron violencia física; esto sobre un total de 525 personas examinadas.
En 2013 en Brasil se estudiaron las agresiones físicas en parejas de estudiantes no graduados. Se tomaron 362 alumnos del estado de San Pablo. El 22% de las mujeres presentaron lesiones leves y el 7% graves. El 21% de los hombres presentaron lesiones leves y el 11% graves.
En un estudio en 1999 en Cuba se analizó la taza de padecimiento de violencia por sexo en 100 familias. El 52% de las mujeres sufrieron lesiones leves junto a un parejo 48% de hombres.
En 2010 se hizo un estudio en Buenos Aires por parte de Organización Panamericana de Salud; encontró que más hombres que mujeres, un 14% ;fueron golpeados por parte de sus parejas; con un 9% de mujeres. Así se estudiaron a 1.000 personas entre 18 y 65 años. Porcentajes similares de ambos sexos de declararon agresores. El 47% de los hombres y el 36% de las mujeres informaron haber sido sólo víctimas; mientras que el 7% de los hombres y el 29% de las mujeres notificaron haber sido sólo agresores (No olvidemos que la mujer tiende no notificar sus propias agresiones). El 44% de los hombres y el 34% de las mujeres notificaron agresiones recíprocas. Este mismo estudio mostró resultados similares en otros países latinoamericanos.
En un estudio a 616 estudiantes en Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela; se encontró que la violencia física era mutua en la mayoría de los casos. 12% de las mujeres se declararon maltratadoras con respecto a un 6% de hombres.
Los datos de Christchurch Health & Development Study muestran que a la edad de 18 años; 1025 integrantes de la muestra inicial declararon similares niveles de violencia de ambos padres; con la diferencia de que las madres tienden a tener un nivel de violencia ligeramente inferior pero no significante; según se estudió en 1997 en Nueva Zelanda.
Incluso en África los hechos son antiintuitivos:
Siguiendo las declaraciones de 1.442 mujeres en Maputo, Mozambique, que habían acudido a Servicios Forenses del Hospital Central de Maputo; se encontró que el 38% de las mujeres y el 44% de los hombres habían perpetrado algún acto de agresión física. Con respecto a la agresión psicológica; la tasa fue casi igual: 64% de mujeres y 65% de hombres. Las diferencias no son abismales. Con respecto a las agresiones sexual; la diferencia fue amplia: Un 51% de hombres y un 39% de mujeres le habían cometido contra sus parejas en los 12 meses anteriores. En más de la mitad de los casos la violencia fue recíproca; así como en más de la mitad de los casos el hombre era el que más la iniciaba. Otros estudios en países situados en Asia, África y Medio Oriente; mostraron resultados similares; donde el hombre iniciaba la violencia en la mayoría de los casos. Hay que decir, de todos modos; que si el patriarcado sigue existiendo estos son sus dominios; con lo que ciertamente el apoyo a las mujeres sería muy beneficioso.
No voy por toda esta data a negar que las mujeres tienen, sin embargo, una desventaja importante en cuanto a asesinatos se refiere, por lo menos en la mayor parte de Occidente. En 2017 han habido 254 femicidios,de los cuales el 58% fueron de parte de parejas o exparejas (Lo que nos da mas o menos 170 víctimas) frente a 54 asesinatos de hombres. El punto de estos datos es reflejar el que, en cuanto a protección frente a estos casos, el hombre está ciertamente desventajado.
En todo Estados Unidos, de 200 refugios para violencia de género, sólo 1 atiende a hombres. Un grave problema teniendo en cuenta que 1/4 de ellos sufrirá violencia de pareja en algún momento de su vida.
-Es que son mas débiles…
Pues el amor es un limitante psicológico; y alguien mas fuerte pero psicológicamente dominado está en la misma desventaja que cualquier otra persona.
Pero bueno…