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«Bailar» sobre tu tumba («Ensayos sobre la realidad alterna», 02/09/2020)

*Ilustración por Daniela Ariel Barrios

Texto por PSV (Pepe Suri Vega)

 

Ándate a la concha tu madre. ¿Vieron el video? Sí. Ese video. Un par de chicas rechonchas y un tipejo de mala muerte, bailando sobre la tumba de uno de los muertos de la discoteca de Los Olivos. Eran sus amigos y así le pagan. No pues, en qué país estamos.

Y, pucha, estamos en una pandemia, señores. ¡SEÑORITAS!, grito yo. Una pandemia. No es un juego. No es para nada un juego. Bueno… puede parecerse al juego de mesa Virus,… y al Plague Inc… bueno también. Pero el virus no se contagia con el azar, señores. Esos pobladores de Los Olivos se están exponiendo al contagio, a ellos y a todos, aunque yo nunca he pisado Los Olivos, claro, y no tengo familiares cercanos que salgan de San Isidro o Miraflores, claro, pero a alguien van a exponer.

Y todo, porque esta gentuza (no confundir con «la gentita»), no sabe lo que es consciencia social. No como la gente que ha sido bien educada, claro, que tenemos el deber (¡y derecho!) de saber y enseñar (a gritos e insultos, también) lo que está bien. Está bien que el Estado les haya fallado, está bien que no tengan seguridad en sus distritos, que abunde la corrupción policial, la inseguridad, la falta de acceso a servicios básicos, el racismo y el clasismo, está bien que no tengan una acceso a salud de calidad, pero no pueden venir a actuar como si todo esto hubiera tenido un impacto en sus vidas y en sus sentimientos, y por ende hayan desarrollado un razonable desapego al civismo… Está bien que la democracia les haya fallado, pero ¡respeten a los que aún creemos ciegamente en ella!

Y esa democracia nos da el derecho de hablar en contra de ella. Dicen no acusen, pero, no, señores, libertad de expresión: hay libertad de señalar con el dedo, está en la Constitución. Si yo quiero, yo señalo. Cualquiera puede (Nota del editor: el autor está señalando a la cámara con su dedo índice, pero las yemas apuntan para abajo, porque su mano está hecha mierda de tantos comentarios tóxicos que escribe en Facebook). Y yo señalo. ¡Ajá! (Nota del editor: el autor vuelve a señalar y lo enfatiza, pero su dedo meñique sigue sin apuntar horizontalmente).

Y más es mi responsabilidad señalar lo que está mal, claro, porque tengo gente que me sigue, que me lee, por mi música, claro. Aquellos éxitos de mi época en en mi grupo Los Arenosos Hash (no confundir con Arena Hash)… éxitos como «Mi auto era una metáfora sobre el sexo» o «Una cerveza, un vino, y en tu boca, mi pepino».

Menos mal la gente de bien cada vez más se va dejando ver al insultar a estas lacras de la sociedad. Sigan así, peruanos de verdad. Hasta la siguiente semana. Y no olviden mi motto.

Paz y amor para todos. Y buena vibras.

Nota del editor: cuando el autor se despidió con «buenas vibras» estaba moviendo la mano como un aspersor, con los dedos meñique y gordo extendidos a los extremos, ylos del medio cerrados como puño. Ambos dedos, claro está, parecían oyucos.