Por Marco Vértiz
El Gobierno nos ha fallado. Y es nuestra culpa. Hipotecamos nuestro voto y se llevaron nuestra casa, nuestra comida, nuestra libertad. La cuarentena incluso nos dejó sin pareja. ¿Y por culpa de quién? De Martín Vizcarra. Debió cerrar las fronteras. Si las cerraba, yo me quedaba en Argentina.
Es un crimen. Todo es un crimen. Me llegan recibos de luz y de agua carísimos. Los peruanos no deberíamos pagar más de 10 soles por cada servicio. No deberíamos pagar precios elevados por una buena educación. Deberíamos jubilarnos todos a los 60 años hayamos aportado o no. Una jugosa pensión no debe ser un privilegio de unos pocos. Existe un mecanismo para tener todo lo que siempre hemos querido: aumentar los impuestos. Pero también una traba gigante: la corrupción. Y está mal.
Por eso debe haber pena de muerte. Pero necesitamos a alguien con la gallardía necesaria, con un escroto bien lleno. Necesitamos a Antauro Humala. Yo le doy mi voto. Pero si nos falla, él debe ser el primero en morir. Soñemos con un país con justicia social para todos (y todas). En el fondo, tú y yo, tenemos un mismo sentir. Alguna vez mi profesora de periodismo, Gloria Escobar, me dijo “le puedes mentir a todos, incluso a tu pareja, pero no puedes mentirte a ti mismo”. Y tiene razón.
Me despido. En este párrafo que me ayuda a cumplir la cuota. Solo hay alguien acá que te dirá la verdad: yo, el periodista de género.