“He descubierto una cultura que no conoce el amor… está en Sudamérica” (“Entrevistas escatológicas”, temporada 3, 1, 27/09/2014)

– Javier Garófalo nos habla de su nuevo hallazgo.

amor equino

 

Garófalo retoma sus actividades en el diario luego de que se lo acusara de fraude. En esta ocasión, nos introduce a su nuevo estudio: una etnia peruana que no conoce el amor y decide sus uniones “maritales” como si se trataran de transacciones económicas. ¿Demostraría esto que el liberalismo está en lo correcto? ¿Qué el Estado es algo artificial? ¿Prueba esto el “orden espontáneo” de Hayek? ¿O no prueba nada?

 

Ander: ¿Cómo llega Garófalo a Perú? ¿Cómo se contacta con los Shuar? ¿Fue fácil?

 

Javier: Siempre hay miedo. De ambos lados. Ya sabes… la cuestión de “el otro”. Ese miedo que puede convertirse en odio. Ese miedo que es responsable en gran medida de muchas guerras. Pero, bueno, sin dramatismos… estaba de vacaciones y me dijeron que vaya a la Amazonía peruana. Estuve 1 mes y medio. Fue sorprendente. En mis investigaciones en Centroamérica todo es muy explícito. Allá hacen rituales de los que uno termina enterándose aunque no quiera. En Perú tuve que ser más observador. Yo te digo una cosa… tú vas a ver a los Shuar y aparentemente no pasa nada ahí. No hay nada que contar… para quien no ve lo que hay detrás de cada saludo, despedida, abrazo. Todo es muy complejo. Es una civilización muy avanzada lingüísticamente.

 

Ander: ¿Cómo así?

 

Javier: Si tú vas allá… te quedas 1 año y todo te parece una mierda… el lenguaje, la vestimenta, la comida. Todo. Pero es porque eres occidental. Yo cuando llego a una civilización nueva… dejo a un lado mis valores. Antes creía que no se podía. Pero lo he conseguido. Me vuelvo uno más del grupo.

 

Ander: Un poco imposible de creer eso.

 

Javier: Bien, lo importante es que el lenguaje de estas personas está en la vestimenta, en los peinados, en la manera de caminar, etc. Con solo ver a una persona… ya sabes si está casada o no, si es virgen o no, si está de buen humor o no, si está con su periodo o no, si tiene algún puesto importante en la comunidad o no, etc. Esto también sucede en nuestras sociedades occidentales. Pero no es tan fiable como en la cultura Shuar.

 

Ander: Ya, eso no vende. ¿Cómo es eso de que no conocen el amor? ¿Los Shuar no se enamoran?

 

Javier: No lo hacen. Incluso en su lengua no hay ninguna palabra para designar el enamoramiento ni el amor. Pero hay 32 palabras que tienen que ver con el deseo sexual. Son variantes de casi lo mismo.

 

Ander: ¿Los Shuar solo piensan en coger?

 

Javier: Yo me aventuro a decir que sí. Incluso su religión… su dios tiene que ver con la fertilidad… la conexión es muy obvia. Pero si no tienes doctorado en antropología… pues es bien difícil darte cuenta.

 

Ander: ¿Hay algo más que justifique su afirmación?

 

Javier: Los Shuar no se casan. El sexo no tiene fin reproductivo sino recreativo. Esta cultura es la más promiscua y antimonógama del mundo y de la historia. Pero esto también tiene que ver con su concepto del tiempo… que está subordinado a la fertilidad. Para ellos el acto sexual está ligado con las estaciones. El sexo rige su mundo.

 

Ander: ¿Cuándo termina este estudio? ¿Pueden sus críticos ver su proceso de estudio para que dejen de decir que es un fraude? ¿Sacará un nuevo libro?

 

Javier: Creo que lo terminaré en febrero… el 14 de febrero sale el libro. Mis críticos pueden ir a ver mi proceso… intelectual. Pero no creo que puedan ver lo que yo veo. Y seguro se lo atribuirán a mi creatividad novelesca o como dijo algún otro de esos bastardos. Pero yo no tengo miedo. Ojalá puedan abrir bien los ojos si deciden acompañarme. El libro aún no tiene título. Quizás lo rotule “Ellos no aman pero sí cogen”. O “Breve estudio sobre la civilización que no conoce el amor”. No lo sé. Me cansé de que digan que solo busco enriquecerme con esto. Yo estoy ampliando los horizontes de la humanidad. Las críticas no me parecen justas. ¿Crees que es fácil estar varios meses en medio de la nada comiendo lo que tengo que comer? Que se dejen de joder esos hijos de puta.

 

Ander: Bueno, muchas gracias.

 

Javier: Ok.