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A una orgía para el retiro («Crónicas», 04/06/2015)

– humildad acribillada.

oropeza dos mujeres

Por Max Aguirre Rodríguez

 

Todo su entorno muere. Todo lo que le importa perece. El miércoles 1 de abril una balacera en San Miguel anunció su existencia. Desde entonces los reportajes sobre su agitada vida no han cesado, aunque continúa el desfile de la muerte. Esa madrugada de abril se salvó la modelo Olenka Vera que pudo alejarse de su asesinato corriendo y evitando las balas que sí recibió el ya famoso Porsche. Ese fue el prólogo de la historia del “Tony Montana de San Juan de Lurigancho”, alias Gerald Oropeza.

 

Ser el Caracortada peruano le queda grande, aunque un Porsche blindado recibiendo dos granadas no se ve muy seguido. Y menos que se salven los cinco tripulantes. ¿Quiénes eran? ¿Cómo son los allegados a Oropeza (el cual no estuvo en el auto victimario)? El periodista Nicolás Lúcar hacía un apunte curioso en su programa televisivo: los ciervos de Oropeza portaban un tatuaje que homenajeaba a Walter White, “un profesor humilde que se convierte en narcotraficante, asesino… un monstruo”. Las investigaciones daban giros que inmiscuían corrupción militar. Un aliado de Gerald había estado en Iquitos en un cuartel donde se paseaba como si fuera el dueño. Se cree que de ahí provinieron las armas AKM que se usaron para acribillar el Porsche. El nombre de este misterioso individuo no estaba tan oculto sino que era un descaro público de Caracortada: Julio César Arroyo figuraba como representante junto a la madre de Gerald en una empresa que andaba en irregularidades (lavado de activos provenientes del narcotráfico). Pero eso apenas rozaba la personalidad del Tony Montana peruano.

 

“En algunos casos una forma de obtener reconocimiento social es a través de las posesiones, los accesorios, la ropa cara, las mujeres hermosas y las actividades lujosas”, sostiene un psicólogo ante los televidentes. La mansión del Jirón Tomasal cuadra 4 en Surco hospedaba las orgías que Oropeza, de 35 años, posiblemente había imaginado de adolescente. Con las mujeres que seguramente había anhelado. Sus dominios amurallaban un fortín de 3000 metros cuadrados, al que perros y policías tuvieron acceso buscando algún rastro de droga. Es mítico el video en el que se lo ve bailando “perreo” con una señorita que lo hace a placer y sin que le importe estar siendo apuntada por la pistola de Gerald. “Poseer un arma y mostrarla es una forma de demostrar que tiene el poder de acabar con tu vida”, finaliza el perfil psicológico. Entre las mujeres a las que alquilaba para sus fiestas se incluye a la modelo playboy peruana Olinda Castañeda, la cual se arrepiente de haber prestado sus servicios como modelo. Luego de que se hiciera público que desfiló, hace 2 años, en el cumpleaños de Oropeza afirmó: “Me ha traído problemas con mi familia, con algunas marcas”. Uno de los tíos del hampón, Osías Oropeza, no entiende qué problema psicológico habrá tenido para caer en esto si antes era un muchacho de bien que “se quedaba hasta las noches en el trabajo de su papá limpiando cisternas”. ¿Podrá volver a esa vida? ¿Le quedara realmente una orgía para el retiro?