Por El Gato de Hegel
Por si el que un showman haya alcanzado la presidencia no es suficiente, tenemos ahora que otra persona del mismo rubro, la muy conocida Oprah Winfrey, quiere ahora presentarse a candidata. Esto debe ser la fiesta de los sociólogos. La política de los Estados Unidos ha entrado en una profunda fase de decadencia a una velocidad sorprendente. En pocos años, hemos pasado de John McCain callando a un abucheador a un hombre que una vez apareció vestido de granjero, cantando una ridícula canción, compitiendo con una mujer que reúne todos los defectos que puede tener un político, añadiendo un siniestro velo psicopático.
Ahora, estamos frente a un escenario propio de una película de Ciencia-Ficción como las que hubiera interpretado Schwarzeneger en los 90: Dos personas del rubro mediático preparadas para enfrentarse en las urnas. Y no, amigos míos, no. La futura rival de Donald Trump no es una opción.
Alguno dirá ¿Y que puede ser peor que un tipo que piensa que el cambio climático es una treta china? ¿Que podría salir mal? Pues, veamos.
Empecemos por lo básico: Hay miles de personas en la política estadounidense mas preparadas que Oprah Winfrey para enfrentar a Trump. Gente mucho mas culta, preparada y con mayores conocimientos científicos. Algo clave en un momento de la historia estadounidense en que el país se enfrenta a una secreta guerra fría con China y Rusia, a la tensión nuclear con Corea del Norte, al cambio climático y a una Europa en una creciente crisis demográfica.
Pero hay un detalle en Oprah Winfrey que aquí en Latinoamérica es bastante desconocido y que vale la pena subrayar: Su relación con la ciencia, es tan tenue como la de Donald Trump. No tiene IDEA de como funciona el mundo. No tiene asesores científicos. Por su programa han pasado una lista interminable de charlatanes de todo tipo, como Jenny McArthy, la famosa madre del movimiento antivacunas convencida de que su hijo había «contraído» autismo tras vacunarse (Ya sabemos que su hijo tiene otra enfermedad desgraciadamente), a la que Oprah le dio una enorme popularidad tras la visita a su programa, a la que durante años Oprah Winfrey defendió. Tenemos al doctor Oz como su experto en medicina, un tipo que promueve la homeopatía y que se burla de la ciencia. El tipo de cosas que en países con menos deficiencias culturales lo llevarían a uno a la cárcel.
Por su plató han pasado astrólogos, adivinos, supuestos videntes, y a todos los ha mirado con esa cara de asombro, de credibilidad absoluta que la caracteriza.
Muy conocida miembra del New Age, se ha dedicado a promover libros donde defiende los conceptos del New Age y sobre todo, la idea de que la mente humana controla la realidad (Donde este movimientos entronca con el postmodernismo). Y por lo tanto si estás enfermo es tu culpa. Si la pseudomedicina que te dio el médico-brujo que contratase no te funciona, es por que no querías curarte.
¿Se imaginan a esta mujer, a esta analfabeta científica en el poder? Sería un equivalente, en daños, a Donald Trump.
Lo dije en mi canal de YouTube: Cada país es lo que su gente es. Que dos showman sean las figuras políticas mas reconocidas es sólo un símbolo de la decadencia cultural de Estados Unidos. De su pésimo sistema educativo primario y secundario. Ninguna nación que haya elegido un showman o un ridículo andante ha salido bien parada. Tan sólo miremos a Venezuela. Pero Estados Unidos es el centro económico mundial.
Tengo miedo. Y creo que todos, deberíamos tenerlo.