El juego de las almas

Relato 5 (la saga de Enki)

Al rescate del sabio: un viaje sin garantías I

El enemigo ahora era un dios y era imperativo contar con el conocimiento del sexto, el que alguna vez fue nuestro enemigo más temible. Tres personas fueron sacrificadas para iniciar los rituales que trajeron a esta realidad a los sellados primero, segundo y sexto. Los nueve altos miembros de la organización estábamos al fin casi completos.

El sexto ya había sobrevivido al encierro literario conducido por Gonzalo y su sacerdotisa Cecilia allá por el 2013. Esta reclusión fue más larga que la segunda, en la que cegaron la vida de la sacerdotisa y parte del poder del demonio invocado por Gonzalo: Vetala. También fue el escenario de la lucha titánica entre el sexto sugaar y este demonio.

La sacerdotisa Cecilia y su poder espacio-temporal.

Aquellos viajes no habían implicado casi ninguna garantía de volver pero este prometía tomarnos como rehenes por la eternidad. Debíamos traer de regreso al quinto sugaar, confinado en una prisión dimensional desde los 30´s, la época de apogeo del sexto y el inicio de su experimentos. Para esto nos apoyaríamos en los poderes del primero, del segundo, del noveno y del sexto (quien lo encerró).

El sexto y el noveno solo eran nuestros aliados temporales pero sabían que dependíamos de ellos. Nuestra única alternativa era amalgamar la justicia con la injusticia. Solo así podríamos frenar la venganza del dios Enki, quien había vociferado que nuestra existencia era espuria.

El sexto: «Me he perdido de mucho en este tiempo. Siempre vuelven a mí bajo su propia voluntad. Si supieran la verdad… ya verán como el quinto se los confirmará todo. Isabel, ¿así que tú lideras ahora al grupo? ¿Has olvidado cómo viniste hacía mí en tu búsqueda por la juventud eterna? Julian, ¿ya olvidaste que tú mismo me entregaste tu vida? Nada es como lo recuerdan ciertamente. Ustedes deberían estar agradecidos. Esos falsos recuerdos suyos deben ser algún efecto secundario de revivirlos… pero no olviden que gracias a mí están más cerca de la inmortalidad… como siempre quisieron».

No pude decir nada. No recordaba nada realmente. La tercera lo calló. El sexto y el noveno solo rieron.  Solo hace unos meses muchos de nuestros miembros se habían enfrentado en una batalla que nos costó tres bajas importantes y la secesión que ahora parecía menos lejana.

El sexto atrapado por el segundo. El sexto fue regresado a esta dimensión usando los poderes que selló en el noveno, el séptimo, Ander Zugasti y dos civiles (incluido un político reconocido).

El viaje debía comenzar. Navegaríamos por nuestros recuerdos y miedos. Ninguno era inmune a quedar atrapado pero era la única alternativa para derrotar al dios Enki. Solo el quinto podría balancear la batalla y revelarnos los secretos de todo. Pero debíamos apurarnos porque pronto llegaría la agente Cristina (miembro de una organización internacional que conocía nuestras verdaderas identidades) a cercarnos. Solo Artyom Reshetnyak quedaba en el lugar para evitar nuestro fracaso. Él y quien se convertiría en el contenedor del alma del quinto eran la evidencia que torpemente habíamos dejado como prueba irrefutable de nuestra existencia.

Continuará…

Julian