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Argentina y sus demonios («Reboot», cap3)

(Marzo del 2014) En la organización de Héctor tuve de compañeros a auténticos enfermos y a gente muy inútil. Mi «iniciación» la tuve con Juan Carpentier («El cocinero»), un ser delirante que producía terribles quemaduras en sus víctimas durante la dictadura de Videla. Con él me dediqué a pinchar teléfonos y escrachar a políticos, los cuales me importaban una mierda. De «El Cocinero» sé que ahora se dedica a la mafia de la trata de mujeres con Héctor, su jefe. Él y la agente Cristina son sus peones más rankeados. ¿El resto de agentes de la organización? Unos sujetos de estupidez monumental. Recuerdo a Gustavo. Un completo idiota al que tuve de compañero en mis últimos días como esclavo de Héctor. Investigábamos al blogger Aldo Andonegui (Artyom). Alguien dentro de la ex SIDE le suministraba información: verdades camufladas entre delirios muy absurdos. Se hizo muy famoso con el caso Ángeles Rawson (que en paz descanse esa pobre niña). Carlos, «El liberal», decidió entonces entrevistarlos en su programa de radio. Nuestro anonimato estaba en peligro.

En un restaurante
Sábado 28 de setiembre del 2013
11:34 am

demonio

 

Esmeraldo: jajaja y esta es de lo mejor. ¿Leíste lo de «Operación diáspora»? Es muy bueno. Estos sujetos son unos enfermos. Yo no entiendo cómo Héctor los quería liquidar. Nadie en su sano juicio seguiría estos disparates. jajaja y el loco que dice que las mujeres nos dominan. No le podemos hacer nada. Es inimputable el loco ese jaja.Vamos, ¿qué pasa? No has dicho nada desde que llegamos. Y también dice que nosotros creamos la trata de mujeres con ayuda de la ONU jaja

 

Gustavo: Esto es pura mierda.

Esmeraldo: Cálmate.

Gustavo: ¡Vete a la conchadetumadre!. ¡Mira esto, míralo! Se están burlando de nosotros.

Esmeraldo: Cálmate, carajo. Solo son un grupo de palurdos. Héctor ya los investigó. No saben lo que escriben.

Gustavo: …pero ¿ves esto?. Saben lo del caso Ángeles Rawson. ¿Cómo mierda lo saben?

Esmeraldo: No es nada. Cálmate.

Gustavo: ¿Coincidencia? Mierda. ¡¿Crees que solo es coincidencia?!

 

Esmeraldo: Nos vamos. Párate. Necesito que te calmes.

 

En la calle
11:53

 

Gustavo: ¿Por qué chucha revisas tanto tu reloj?

Esmeraldo: Escúchame, pedazo de mierda. No nos pagan para hacer de idiotas en la calle. Compórtate como un hombre. ¿Quieres arreglar cuentas con esos mocosos? ¡Acompáñame entonces, conchadetumadre!

 

Lejos
12:27

 

Esmeraldo: Llegamos.

Gustavo: ¿A dónde?

Esmeraldo: Es el departamento de Sol.

Gustavo: ¿La novia de ese sujeto?

Esmeraldo: Sí. Vamos, toma esto.

Gustavo: ¿Vamos a matarla?

Esmeraldo: ¡No seas imbécil! La violaremos. Le dejaremos un recado al tal Aldo.

Gustavo: Estás enfermo jaja

Esmeraldo: Me gusta verte de buen humor. ¿Quién empieza?

 

En su departamento (esperando nuestro turno)
12: 34

 

Gustavo: (susurrando) ¿Ya?

Esmeraldo: No, todavía no.

Gustavo:

Esmeraldo: No tienes que ser tan discreto. Sol es de confianza.

 

Sol (al otro lado de la puerta -con un cliente-): Paciencia, chicos. Ya termino.

Gustavo: ¿Chicos? Podría ser nuestra hija.

Esmeraldo: Una hija a la que le puedes bombear el culo y lamer la conchita.

Gustavo: ¡¡No aguanto más!!

Esmeraldo: Alto. ¿Qué haces? ¡Vas a romper todo!

Gustavo: ¡Debo tener sexo! ¡Debo violarla!

 

Sol (al otro lado de la puerta): ¡Lárguense o llamo a la policía!

Esmeraldo: ¡La cagaste!, Gustavo.

Gustavo (disparando a cualquier parte): Abre la puerta, perra. Me lo harás ahora mismo. ¡Me la chuparás completa! ¡Me la lamerás!

 

 

Luego de abandonarlo.
En una calle algo lejana en mi carro
13: 36

 

Encontré a Gustavo en la calle. Dio sus últimos pasos ante mí y declaró torpemente que Aldo Andonegui, y no Sol, era el culpable. Luego murió y metí su cuerpo a la maletera. No recuerdo cómo me deshice de él…