– Muchos quieren lucrar con el aborto.
Por El académico.
Es increíble cómo un acto tan escabroso pueda ser justificado por jóvenes entusiastas que creen hacerlo en pro de la justicia. Es ya reincidente la actitud por ejemplificar con casos de pobres madres solteras que no podrán criar adecuadamente al niño. Y es canalla decirle a los pro vida que son ellos quienes condenan a esa pobre mujer. ¿Y el violador? Sin duda son casos reales. Pero los anti vida siempre olvidan que el violador es el victimario. Tanto el niño en formación como la madre son víctimas. Y se debe salvar a ambos. De todas maneras, lo que dicen no justifica un aborto (asesinato). ¿Esta misma gente es la que apoya las esterilizaciones o qué? ¿También pedirán que los “menos aptos” no se reproduzcan? Sabemos que son anti vida… ¿ahora también son spenceristas sociales?
“El Estado no debe intervenir en mi cuerpo”, gritan. Claro… ¿el Estado no debe intervenir en un caso de asesinato donde la víctima es un indefenso? Las leyes les dan lo mismo a los anti vida. Hablan de preocuparse por los pobres, pero mienten descaradamente. Si les interesa los indefensos y los pobres, no promuevan el asesinato y no exijan a los pro vida solidaridad… ¿ustedes no pueden darla ni sentirla? A la gente que valientemente decida tener a sus hijos pese a la adversidad hay que apoyarla (por supuesto). Si las medidas estatales son insuficientes (o si los anti vida van a salir con que la ayuda social es un robo), entonces los pro vida brindaremos ayuda privada.
Los anti vida intentan popularizar la idea de que nadie se siente feliz de no haber abortado. Pero los testimonios de gente que decidió conservar vida en su vientre son cuantiosos y no casos aislados e imposible como creen los anti vida. Existe una página de Facebook de “Déjala decidir” (¿”católicas” a favor del aborto?) donde campea el libertinaje, la “argumentación” vacía y testimonios que llegan a lo truculento: el bebé es tratado como un virus o como una mercancía (caso Planned Parenthood). Así también existe el grupo “Déjala vivir” que defiende la vida. Podemos encontrar testimonios de gente que no se arrepiente de no haber interrumpido su embarazo. Y lo más importante: no se le vincula a una organización que se dedica a vender parte y órganos de los fetos muertos. “Déjala decidir” tiene mucho que responder en cuanto a su relación con la cuestionada Planned Parenthood.
Los anti vida parecen seguidores de Goebbels y utilizan una de sus máximas de propaganda: achacar al bando contrario las propias falencias. Por eso se atreven a tanto como decir que los pro
vida condenan a la futura madre a una experiencia traumática olvidando que abortar también trae consecuencias psicológicas. Mención aparte merece los cuestionamientos sobre Planned Parenthood. Las cabezas visible del grupo anti vida no solo están equivocados sino que tienen intereses muy sórdidos.