El mundo moderno duplica de forma subvertida conceptos sagrados del mundo tradicional:
1.-La efebofilia sagrada es corrompida en normalización de la pederastia o la hipersexualización consumista de los menores de edad.
2.-Las hieródulas de la antiguedad son convertidas en prostitutas mercantilizadas que satisfacen fantasías aberrantes y refuerzan la disolución de la sacralidad de la unión entre absolutos (hombre absoluto y mujer absoluta).
3.-La androginia o bisexualidad sagrada es corrompida en la homosexualidad ideologizada (LGBT, teoría queer, “transfeminismos”) con la mercantilización de las identidades “sexuales” que ahora existen ad infinitum como si se trataran de algún modelo de gadget que puede escojer el postor según su subjetividad.
4.-Los bacanales sagrados en honor a Dionisio u otros dioses de las religiones del misterio o religiones paganas-tradicionales son sustituidos por las orgías, la fetichización de la sexualidad, la hiper-sexualización consumista de la sociedad actual.
5.-La liberalización en lugar de ser una del espíritu y dirigida hacia la individuación del ser, se convierte en empoderamiento sexual, de consumo, en individualismo atomizante, en mercantilización o despolitización neoliberal (o su variante la hiperpolitización de las Izquierdas y sus políticas de identidad)
6.-La Autarquía del mundo tradicional se convierte en la anarquía y contracultura de los modernos, se reduce a o a una mera oposición al Estado y reemplazo de la estatolatría por la idolatría al mercado como hacen los liberales, o queda degenerada a un colectivismo abstracto insano. En suma, se rechaza al Individuo como Absoluto, la supra-política, y el autogobierno , primero de los instintos y del espíritu, luego de la comunidad sobre la base de una visión trascendente y la dirección de una casta del espíritu
Cómo habrás notado el concepto de una Sociedad Tradicional Radical no implica un puritanismo anti-sexo, sino una visión trascendente y platónica de búsqueda de experiencias integrativas y totalizadoras. El puritanismo tan afín al espíritu del protestantismo cristiano (la raíz del capitalismo y la sociedad moderna actual); en cambio, implica una obsesión patológica que oscila en la dicotomía entre refreno neurótico sobre la sexualidad o la entrega disolutiva a la hiper-sexualización. Así que es natural ver como en Estados Unidos, la cuna del capitalismo burgués, se pudo pasar en tan corto tiempo del puritanismo anti-sexo a la sociedad hiper-sexualizada y consumista de nuestros días.