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Lo que pasa es que Dios tiene «plot armor». Por suerte, el camino para cimentarlo desde la lógica, no. La enunciación cristiana de la causalidad esconde una trampa.
La verdadera enunciación es «EN el universo, desde la experiencia, vemos que todo efecto tiene una causa». Esto pone en evidencia el verdadero campo de aplicación de la enunciación, haciendo que afirmar algo ajeno al universo sea gratuito y no contemplado en la enunciación. O sea, una jugada inválida. Desde lo científico, no se sabe qué hubo antes de la singularidad o si hubo algo. Pero partiendo de eso, también se podría decir que conocemos un principio referencial e imaginar algo como un universo oscilante. O proponer que la causa referencial está EN el universo, porque la enunciación de la causalidad no niega eso necesariamente. Si hay límites, pues ese es su campo de aplicación y la primera causa referencial tendría que estar EN el universo.