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Sobre los criterios de la belleza y lo sublime en el arte (parte 1 de 2): el caso del pintor Francis Bacon, ¿farsante? («Los pecados del artie», 25/01/2013)

     Primera parte:

«El pintor Francis Bacon, ¿farsante?» *al final de esta entrada verán videos con obras de Bacon.

Conversación en La Catedral (basada en hechos reales, csm)

 

Machete: ¿Qué opinas de Francis Bacon?

 

Joderman: Bueno, que fue un cabro, ¿no? Que no es lo mismo que decir homosexual, recordemos (no me haga decir palabras soeces en una iglesia, pol favol).

 

Machete: Ya, ya, ya; conozco de memoria tu rollo. Pero su obra, ¿qué te parece?

 

Joderman: Mierda pura y sin destilar (¡puta madre! ¡Mire lo que provoca!) ¿A qué viene todo esto? ¿Acaba de ver El Amogggg es un Demonio (John Maybury, 1998), donde los egregios Derek Jacobi y Danielito Craig desperdician sus talentos en una historia imbécil?

 

Machete: No. Mira esta foto:

 

Joderman: Ya; el mozo se recurseaba vendiendo carne. ¿Y?

 

Machete: ¡No te pases, pues! ¿Sólo esas cosas me vas a decir de Bacon?

 

Joderman: ¿Quiere escuchar algo del dizque Bacante? Ya pues… ¡las cosas que hago por interrumpir mi rezo!

 

No soporto a Francis Bacon. Y atención, no porque me resulte inquietante, cruento, brutal y demás estupideces con que suelen calificarle; no lo soporto pues me parece soporífero. Durante dos o tres años revisaba su obra en libros de arte, tratando de encontrarle algún interés, alguna escena de escatología prometeica como dijo una vez el buen Robert Aickman. Pero…a mis 18 años llegué a la conclusión de que aquello era imposible. Bacon es para mí otro adocenado conflictivo (H.G. Wells, me parece) que tuvo la ventaja de manifestar su mediocridad en una época que tiende a ensalzar vacuidades, intrascendencias. Pienso en el viejo Brueghel, en El Bosco, en Goya, en las descarnadas _ sensu stricto, muchas veces _ imágenes que plasmaron…y bueno: la obra del Francis se vuelve ridículamente beata, pueril, frente a los colosos…

 

La foto que me acaba de enseñar es ejemplar. El pobre mozo parece decir: “malo malito y maloso soy pues agarro carne cruda con mis manos y me planto con actitud poética frente a ustedes, maledeto ganado, ¡guau, guau, guau!!” csm. No me vengan por favor. No es mi intención dármelas de cenobita de Clive Barker pero quizá el aversh tenido la oportunidad de tratar con enfermos mentales a razón de mi profesión de psicólogo me ha blindado completamente ante las poses anormales que los ultranormalitos quieren desarrollar. Y lo que veo en esta foto es algo tan rancio, senil…en fin.

 

Hablemos también un instante de Rembrandt. Resulta significativo que un hombre de vida tan normalita como el holandés haiga podido gestar las desahuevantes obras (disculpando la expresión) que a continuación mostraré (siempre estoy preparado para estos asaltos, puerco infeliz), las mismas que se ríen a carcajadas de los baratos remedos que el togggggtugado Bacon realizó siglos después (¡Dime que me amas, Junie Moon!):

 

 

 

 

 

Ahora… ¿vuestra merced manya a Clive Barker? Sin llegar al nivel de los artistas que he citado, es un hidalgo altamente interesante. Sus intereses van por la misma ruta que su paisano Bacon…aunque los suele desarrollar con mayor habilidad, claro está.

 

Las ilustraciones del De Humani Corporis Fabrica Libri Septem, de Andreas Vesalius son también apabullantes. Ains, pobre Bacon y sus pretensiones rupturistas…


De «De Humani Corporis Fabrica Libri Septem»

 

 

Machete: «Nunca pretendí provocar horror. Yo no la percibo especialmente en mi obra. Basta observar las cosas y captar las corrientes subterráneas para comprender que nada de lo que yo haya podido hacer ha destacado esa vertiente de la vida. Cuando entras en una carnicería y ves lo hermosa que puede ser la carne y luego piensas en ello, puedes pensar en todo el horror de la vida… de que una cosa viva a costa de otra. Es como todas esas tonterías que se dicen sobre las corridas de toros. La gente come carne y luego se queja de las corridas de toros. Se dedican a quejarse por los toros y van cubiertos de pieles y con plumas en el pelo».

Francis Bacon.

 

La foto es una pose total, innegablemente, pero eso no desmerece a nadie y al escribir esto pienso en Wilde o Valdelomar, archiconocidos, en principio, en todo lo referente a ser un poseur. Hay muy pocos artistas, independientemente de su nivel, que no incurran en extremos poseros de vez en cuando y eso no tiene nada que ver con lo que su obra propone. Me interesa Bacon, no lo puedo negar, de hecho creo que es un autor impresionante por lo que he leído sobre él y lo que he visto en sus cuadros en diversos libros de historia del arte creo que es perturbador no en los instantes mismos de la tragedia que representa sino en las consecuencias de ella sobre la psiquis del espectador, algo que muy pocos artistas consiguen. Sin embargo, no pretendo apologizar la figura de Bacon ni su obra. Además, el tema en este campo no es el horror, en todo caso sería la desesperación de la modernidad en un extremo muy poético, tema que desarrolla Kundera en El Gesto Brutal del Pintor. Bacon, por otro lado, tiene el mérito obvio de ir por el figurativismo en un tiempo embebido de abstraccionismos y demás vanguardias sin nervio. La repercusión de espectar su creatividad es altamente inspiradora.

 

Bacon es un gran admirador de Rembrandt, ensalza desmedidamente los cuadros que el maestro holandés sitúa en las carnicerías como el famoso El Buey Desollado, incluso los toma como referente en algunos de sus cuadros más renombrados. Clive Barker es un artista interesante en el plano de la mera perturbación pero no es pintor. Tu perspectiva está algo desencaminada respecto a las pretensiones que intento establecer.

 

Rembrandt es un accidente magnífico en la historia de la pintura, no es justo compararlo con Bacon. En todo caso podría medirse con Lucien Freud, según sé, sus propuestas son más próximas si es posible una proximidad mediando algunos siglos entre uno y otro. Desestimar a Bacon por no igualar el impacto de Rembrandt es similar a desestimar a Pound por no poder parangonarse con Dante. Es absurdo y mezquino, creo que hay que aprender y disfrutar, si eso cabe en este extremo, de la obra de ambos.

 

Joderman: Sobre la pintura que dejó de Bacon…pues…si a usted le fascina, bien. A mí no me dice nada. Ya que a partir de este señor estamos hablando de carne y sangre, le sugiero buscar algunos grabados de Johannes Stephanus de Calcar para los tratados anatómicos de Vesalius y un par de fotogramas de la magnífica Hellraiser (1987) de Clive Barker, cinta basada en su novela El Corazón Condenado; fotogramas que más allá del impacto que puedan suscitar _ pues se corresponden al argumento expuesto en el film _ ostentan una imaginería superior a la de Bacon (fotogramas basados en ilustraciones del mismo Barker…el mozo además de escritor y ocasional cineasta, dibuja y pinta también; y por cierto no creo que se juzgue como ventaja el que sean fotogramas, considero que el arte hecho con rigor y profesionalismo se defiende perfectamente en el rubro que sea. Sobre esas declaraciones del niño Francis…csm; si estaba totalmente desarmado mostrando su obra, pues al abrir la boca… ¿qué queda? el mozo se expone como un pobre y triste…bueno…sin comentarios. Lo que dice ostenta una suerte de maniqueísmo incapaz de pasar cualquier aduana. ¿Horror de la vida? ¿Corrientes subterráneas? ¿Hermosa carnicería? ¿Ein? (ya sentía estar leyendo un poema subte). El hidalgo seguramente ignoraba _ típica consecuencia del ombliguismo _ que también existen muchas personas (como sho, sin ir más lejos) que desprecian las corridas de toros y que a su vez están a favor de la ingesta de carne y que esas personas que gustan de la carne de res, pescado, pollo, gallina o lo que sea, sienten abominación ante el cruel trato que se le otorga a los animales antes de ser muertos, pues desde tiempos inmemoriales existen métodos civilizados para dar muerte a un animal, métodos rápidos e incluso sacralizados que prescinden de cualquier tipo de sufrimiento o dolor. Aunque claro, diciendo esto puedo estar cayendo en lo políticamente incorrecto, en estos tiempos de fundamentalismos vegetarianos. Pero, a fin de cuentas… ¿qué relevancia hay en lo que dice Bacon? ¿Qué quiere transmitir? Cosas más profundas, complejas, escucho de un vendedor de periódicos, júrolo…

 

La foto es una pose patética, cierto es. Y hay fotos ultraposeras de Wilde y Valdemolar, en efecto. Pero…Oscar y Abraham eran…Wilde y Valdelomar…dos genios puros y duros, no unos mediocres con ínfulas esquizoides que trataban de hacer pasar su dizque arte por obras perturbadoras. Además, con todo lo ridículas que pueden ser algunas fotitos aristocráticas o filosóficas de Wilde y Valdelomar, compositivamente están a años luz de estas imágenes de camal de parvulario de Bacon. Viendo otra vez dicha foto recuerdo involuntariamente cómicas performances en el Chaska o El Averno (¿recuerda esos circos artisubtes?). Sobre arte figurativo que se desarrolló a contracorriente de las estupideces abstractas, le sugiero revisar la obra de maestros como Joseph Christian Leyendecker, N.C Wyeth, Edmund Dulac, Arthur Rackham, Howard Pyle, Grant Wood, Edward Hopper, Norman Rockwell Haddon Sundblom, Rolf Armstrong o Andrew Wyeth cuya tierna y espeluznante El Mundo de Cristina es toda una cátedra para niños malos como Bacon.

 


*fotografía de Martín Chambi. Abraham Valdelomar posando… mejor que Bacon.

 

 

Lucien Freund, sin parecerme una maravilla, me resulta cincuenta billones de veces más interesante que Francis.

 

Desestimo a Bacon pues me parece un mediocre pretencioso. Cito a Rembrandt toda vez que usted me muestra al inglés con dos pedazos de carne que evocan inevitablemente a las obras maestras del holandés. Obras maestras que en un segundo sepultan las pretensiones baconiles. Si usted mismo considera que Bacon no está a la altura del autor de La Lección de Anatomía, eso tal vez quiere decir (para vuestra merced) que Bacon tiene carencias; vale decir, no está al nivel de los capos. Es sólo un artista de rango medio, normalito. Que le fascina, naturalmente.

 

Pero para mí significa una sola cosa: Bacon no es mando medio o normalito. Es malo. Y si es malo, compararlo con un titán como Rembrandt es sencillamente inaudito. Nunca fue mi intención comparar a Bacon con Rembrandt pues para comparar debo estar seguro que ambos artistas tienen un rango realmente egregio, con matices y diferencias, pero con una destreza mutua que los aproxima. Aquí no sucede eso. Con Bacon y sus fotos artis junto a sus declaraciones pseudo existenciales que acompañan sus garabatos, no pasa nada. Con Rembrandt, siento y pienso infinidad de cosas. Y sin necesidad de que haiga dejado prositas o autorretratos inquietantes. Sólo con su obra. Nada más que con su demoledora, inmensa obra.

 

Ezra es un genio. Dante también. Pero el universo está determinado por jerarquías e inevitablemente el florentino está a varios peldaños por encima del yankee. Y el yankee está a años luz de mil poetastros que hoy por hoy abundan en eventos culturales.

 

Con Bacon, en mi opinión, esa jerarquización ni siquiera sucede. Él no existe…está no habido en el mundo de los grandes artistas.

 

Y si Rembrandt es un accidente…pos…el pasado estuvo repleto de extraordinarios percances en lo concerniente a las artes…

 

Machete: He sido muy claro, no pretendo apologizar la obra ni la figura de Bacon sino compartir algunas cosas referidas a él. El arte se defiende en el rubro que sea pero siempre hay jerarquías así un historietista por más que quiera no pasa de ser un cronista. Si consideramos al pintor en la jerarquía de un poeta entenderemos que un cronista así sea el mejor en su género no puede tocar las mismas puertas que el poeta ni mucho menos atravesarlas.

 

El arte contemporáneo ya no se sostiene por meras impresiones ya que hay todo un andamiaje conceptual tras cada obra y nos pese o no así son las cosas en estos momentos.

 

Decir que Bacon es malo por una mera cuestión de gustos puede ser respetable pero no es digno de ser contemplado. Sublimar la antigüedad es fácil, hay menos riesgo en equivocarse; desestimar algo aceptado casi universalmente está bien para fastidiar a los snobs pero no para tratar seriamente un tema estético.

 

La destreza de Bacon es impresionante sino no habría tantos artistas magníficos admiradores de su obra.

 

Con Rembrandt pienso mucho, con Bacon me sucede otro tanto pero el remanente de distorsión que emana de la obra de Bacon sencillamente causa una repercusión más estimulante en mí.

 

Ezra es el poeta que más he admirado pero nunca le llamaría un genio, es demasiado imperfecto, pretencioso y equívoco, Old Ezra es demasiado humano y en ello no hay genialidad. De acuerdo, en el tema de las jerarquías, lo peor es que muchos tomen a Pound como referente sin haberle estudiado a fondo, la mayoría le coge por las reverberaciones de su obra en la poética de Hinostroza, en fin, poor thing.

 

Estás obsesionado con el mundo artístico trujillano y limeño y eso te provocará sinsabores siempre, ya hemos convenido en la sumatoria de falsedades y argollas que acaecen en él, recuerda las notas que escribiste sobre las últimas Ferias del Libro y sobre todas las cosas que hablamos en esa ocasión.

 

El tema de la tauromaquia es oscuro y complejo , estar a favor de la matanza de animales y en contra de las corridas de toros es no advertir la violencia inmanente al despojar de vida a un ser vivo. Esto podríamos conversarlo en otro momento. Que la llamada fiesta sea una tragedia en la que median elementos estéticos es tema harto digno de debatirse en primer plano no accesoriamente como sucedería si lo desarrollamos en este instante.

 

En varias entrevistas que le hicieron a Bacon queda claro que no pretende perturbar ni horrorizar al espectador o al menos no pretende limitarse a ello solamente.

 

Ninguno de los artistas que mencionas está sobre Bacon, podríamos ponernos fascistas y aseverar que un marica como Bacon no puede manifestar entereza ni intensidad pero no es así, su obra hace manifiesta su entereza e intensidad a cada instante.

 

Cierto es que Bacon es pretencioso pero no es ningún mediocre ya que la riqueza plástica de su obra es inacabable. Está todo bien con Rembrandt excepto que lo cites como referente directo de la foto dado que es más que indirecto, la referencia directa son los cuadros del mismo Bacon, Painting, 1946, y la segunda versión de ese cuadro de los años 80s.

 

De lo que he expuesto no puede deducirse que considere a Bacon como un artista inferior a Rembrandt ni tampoco que me fascine. No me fascina sino que me interesa y no es inferior a Rembrandt sólo es más complejo y moderno.

 

Finalmente, Rembrandt es un accidente en tanto considero el talento magnifico como un accidente en un mundo que solo conoce habitualmente de individualidades promedio .Bacon sin ser un genio es otro accidente importante y violento en la historia del arte, negarlo es un acto mezquino.

 

Joderman: Desde luego, señor. Soy consciente que usted no pretende bacongelizar, de igual forma estoy convencido que mis opiniones sobre The Francis no tendrán repercusión en usted. ¿Un historietista puede ser un cronista? Pos sip…ahora que lo menciona…autores como Oesterheld o Spiegelman pueden ser vistos como grandes cronistas de momentos trascendentales en la historia, momentos que por su mismo impacto, salen de su contexto y se convierten en eventos arquetípicos. ¿Hay un problema en ello? Me pareció notar en usted una clasificación limitante al respecto. Aunque de seguro estoy equivocado. Ahora, mire…he tenido oportunidad de leer crónicas escritas con un rigor y sensibilidad que lograban equipararse con el mejor poema o la mejor novela. A fin de cuentas, son tres géneros que se deben a la escritura, a una concepción de la literatura. Discúlpeme, pero si bien admiro a los grandes poetas tampoco los considero iniciados o profetas. Bueno…tal vez a Dante y uno que otro más, csm.

 

En efecto, hay todo un (paupérrimo) andamiaje conceptual en el arte contemporáneo que (con las justas) se sostiene gracias a ignorancia, pretenciosidad y obviamente una inexistente pericia técnica. Si así son las cosas en estos momentos…pues la lógica nos exige burlarnos con perverso deleite de semejantes adefesios ¿o no? Tiene razón, ni usted ni yo hemos profundizado en la crítica semiótica del trabajo artístico de Bacon o Rembrandt, simplemente hemos expuesto nuestras impresiones. No obstante, le digo _ a riesgo de sonar delirante _ que puedo demostrarle científicamente la impericia artística de Bacon. Desde las leyes fundamentales del canon plástico (deformadas por el academicismo y ultrajadas aún más por las vanguardias del siglo XX), pasando por los textos de Longino, La Filosofía de la Composición descrita por Poe e incluso los planteamientos del arqueómetro y la esencia del arte detallados por especialistas como Humphry Trevelyan y Titus Burckhardt (este último fue otro mozo que, como Guénon o Evola, es considerado por sus críticos como un fascista de cuidado y demás adjetivos ad hominen, toda vez que no pueden refutarle una sola idea), ¡uffff!! habría tanto y tanto material teórico para demostrar la ineptitud de tipos como Bacon. Por supuesto, hay quienes podrían ofenderse, pues viven pensando que el trabajo artístico es un arrebato de los sentidos, irracional, luminoso (csm) y no un trabajo más cercano a la matemática: planificado, calculado, que de tan interiorizado, simplemente fluye. Lo cual a los mediocres les parece simple impulso. Pero bueno, ese es otro tema…

 

Señor, el que hayan muchos artistas que gustan de Bacon es algo que me tiene sin cuidado. Para empezar, ¿quiénes son esos artistas magníficos? Tal vez son personas cuyos trabajos me parecen infumables…o posiblemente autores notables y/o excelentes con los cuales discrepo en algunos puntos. Clive Barker, por ejemplo, es un artista que admiro, pero él también dice admirar a estafadores como Andy Warhol o Kenneth Anger. Claro que pone sobre el podio de sus preferencias a Goya, pero a lo que me refiero es que el que haigan personas _ talentosas o no _ que gusten de Bacon… ¿infiere acaso un consenso universal o una suerte de dogma, inquebrantable?

 

 

Curiosamente parecemos estar de acuerdo con Ezra. A mí me parece un genio (y recuerde que incluso en la genialidad hay jerarquías). Para usted es el poeta más admirado. Yo nunca dije que sea la cúspide de la poesía. Simplemente que es un autor genial. Inferior a Dante, por ejemplo, pero superior, infinitamente, brutalmente superior a…Jorge Eduardo Eielson (y a éste último creo que ni debería mencionarlo).

 

¿Los mundos artísticos de Turgalium City y Arti Town me provocarán sinsabores? Descuide maese, descuide. Al contrario. Me divierten en demasía. En exceso. Pueden aversh instantes en que me ultradecepcione, pero definitivamente me provocará momentos de descojone casi surrealista. Y eso, en estos tiempos que corren, es siempre bienvenido.

 

¿Comer carne significa, automáticamente, ser una persona cruel, sanguinaria y que goza haciendo sufrir a los animales? Ahí discrepo señor, y podría hastiarle detallando mis ideas. Ese tipo de pensamiento maniqueísta (comer carne=deleitarse con el sufrimiento de los animales) es lo que señalé de pasada en mi anterior comentario, sobre estos tiempos de fundamentalismo vegetariano. Por lo demás, la llamada fiesta brava me parece basura pura y dura. Me parecería algo más digno si fuera al estilo cretense, XDD, o al estilo portugués, me parece o como en las domas de reses bravas practicadas por los vaqueros de USA: es decir, lidias donde el hombre sólo usa su fuerza y agilidad y donde el animal no es lastimado.

 

Y vea, Hemingway, otro de mis ídolos, disfrutaba de las horripilantes corridas de toros.

 

Matices, matices, que le dicen.

 

Sobre la superioridad de los artistas que mencioné sobre Bacon…como le digo…sería agradable profundizar en los aspectos técnicos y conceptuales del arte. Ahí podríamos tener alcances de quien es artista y quien es sólo un mediocre. ¿Suena reaccionario, intolerante o fascista como se dice hoy en día de forma payasesca? Pues no. Existen tratados clásicos de la pintura donde se han expuesto cánones que han de medir cualquier obra _ del estilo que sea, ortodoxa o no _ a fin de determinar si merecen ser llamadas obras de arte. El problema con muchos de los vanguardistas y/o transgresores contemporáneos es que, además de no aversh proponido ni una sola línea acuciosa, densa y basada en la metodología de la investigación (simplemente bobalicones manifiestos), ni siquiera son capaces de igualar la maestría de los artistas del pasado. Nada de eso, simplemente inventan una tendencia, la etiquetan como nueva, moderna, revolucionaria, compleja y ya está. Bueno, por lógica deberían saber dibujar o ser capaces de reproducir al milímetro e incluso superar el trazo y el color de los antiguos artistas que supuestamente han trascendido. Pero eso no sucede, obviamente. Es más fácil ser un engañamuchachos o asustabuelas que un artista de verdad.

 

La esencia de las artes plásticas, a lo largo del siglo XX y estos primeros años del XXI, se refugió, en líneas generales, en el nuevo arte mirado con desdén por la intelectualidá: el comic, la ilustración de magazines (pulps, cinematográficos, pin ups, etc). Expresiones artísticas que luego fueron reivindicadas por esa intelectualidá. Y ojalá eso no hubiera sucedido. Antes, los insuperables genios del comic como Winsor McCay, Alex Raymond, Hal Foster, Alberto Breccia, Jack Kirby o Neal Adams se nutrían del arte genuino. De ese arte figurativo que la intelectualidá consideraba superado. Ahora, ya hay dibujantes de comics que se inspiran en las abstracciones y demás farsas. Pero en fin…el verdadero arte siempre termina imponiéndose. Basta ver a quienes llaman clásicos de manera más rotunda (clásicos: vale decir, eternos, vigentes, imperecederos), tanto en la pintura como en el comic…

(seguirá con la segunda parte centrada en Poe, Kant y los criterios ¿fascistas? pero objetivos (¿o «objetivos»?) que determinan lo bello y lo sublime).

Retratos de Francis Bacon (¿farsante?)

Otras obras: