Elecciones 2021: ganar o morir (o matar) («La lanza final», 26/11/2014b)

¿Quiénes son los verdaderos oprimidos? ¿Aquellos que desangran el erario nacional o quienes contribuimos para intentar rescatar al país de una inminente guerra? No son, desde luego, los que fanáticamente acuden al congreso para ver, jamás escuchar, al ídolo de moda. Hoy es Jacques Rancière. Mañana será alguien mucho peor. Pero tampoco son esos muchachos confundidos que dicen leer a Ayn Rand (como si se pudiera hacer algo más que regurgitar con sus delirios).

por Ricardo, líder fascista peruano.

Hasta González Prada merece algo de respeto. Y eso ya es decir mucho. Los actuales anarquistas y su anarquismo han dejado de divertirnos para convertirse en un nuevo lastre para la Sociedad Peruana (como si no bastara con el aprismo y el fujimorismo). «Desacato racional» le llaman. ¿Pero qué es realmente creerse con más derechos que el resto? «Desarraigo» le dicen. ¿Pero qué es verdaderamente renegar de su país? Una sociedad que ansíe la dominación debe prescindir de elementos débiles. Es bien sabido que un enemigo interno complota, secuestra y asesina. Es así. La historia lo demuestra incesantemente. ¿Estarán estos «anarquistas» inspirados en esos homicidas que marcharon por nuestra historia?

Cuando escribo este texto, los neomarxistas han guardado la artillería y han ido a celebrar. Ahora la identidad de género resulta ser un simple rótulo como la identidad misma. Sí, ahora con un trámite de 700 soles puedes ser quien quieras. Que sigan diciendo que nosotros estamos anclados en otro siglo, que somos decimonónicos y traidores de la modernidad. ¡Esto es posmodernidad! Que no les engañen los neomarxistas. No es que ahora puedes ser quien quieras sino que ahora el Estado celebra y apoya tu falta de identidad. ¿Qué sigue en la agenda de los neomarxistas?

Pero parece que la disidencia les molesta. Es el tumor del que no se pueden desprender. Eso somos para su sistema «perfecto». ¿Y esta bandera? Así es como nos ridiculizan estos herederos de la infamia y el genocidio. Pero el marxismo del siglo XXI encabezado por Pablo Iglesias prefiere quizás los asesinatos selectivos que apilar muertos o perpetrar hambrunas forzadas. ¿O lo de nuestro miembro que fue? ¿Un simple error? ¿Solo querían desprenderle la piel y hacer que viva con quemaduras de tercer grado en su paraíso marxista? Él nunca condenó el ateísmo sino que señaló el hecho de que es un sistema sin ética y sin una espiritualidad que te lleve a trascender. ¿O acaso el hedonismo no es su fin supremo? Laicismo sí. Ateísmo jamás. Pero para los neomarxistas disentir sobre esto fue suficiente para quemarlo vivo. Entiendan de una vez que los oprimidos somos nosotros los fascistas. Usted puede unírsenos para recuperar el país o ignorar la realidad.

Vivimos en un país con esperpentos como Suyana Humani, ese transexual que se atribuye ser mujer y luchar contra el heteropatriarcado que él mismo dice haber encumbrado cuando era hombre (¿?). Es el país donde emerge esa secta humanista atea. Las elecciones del 2016 están fuera de nuestro alcance. Aún así pretendemos llevar miembros al parlamento. El 2021 será el verdadero escenario de nuestra victoria. Todos nuestros miembros están dispuestos a entregar la vida por la paz. Y la alcanzaremos mediante democracia o mediante un conflicto si los neomarxistas secuestran el país. El 2021 será ganar o morir. Quienes postulemos y perdamos, renunciaremos a la vida. Y si todo fracasa, solo quedará infligir la muerte.