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Los problemas no existen (Anti-Radio Perú, 4)

por Edwin Montesinos

Los dúos indie, oh el mayor cliché. Déjenme decir que muy pocos dúos indie actuales logran algo más que ser uno más del montón. En Perú hay un par, esos que están muy en la onda indie, lo que no es malo, pero por alguna razón lo hacen siempre pareciendo los últimos de la lista: nunca, y eso les critico mucho a los artistas actuales peruanos, intentan ser los primeros, tener esa ambición de ser el que lleva la posta. Y en este caso, me tocó hablar del último disco de María Laura y Alejandro (o más conocidos como Alejandro y María Laura), llamado La casa no existe. Es un título sencillo, pero que pega bien. Sin embargo, entro al disco como es usual, con ganas de ver todas las fallas del indie actual peruano, esas melodías fáciles, muy banales y con tanta falta de pretensión que llegan a la banalidad. Nunca me llamó la atención el dúo peruano.

Pero al escuchar el primer tema, La película, tengo que decir que cambió lo que pensaba: este es un tema dulce sin tener que usar palabras para resaltar eso. Su ternura la consigue naturalmente, pero más que eso, Alejandro y María Laura han aprendido a no solo usar lo mejor que ambos tienen (la voz de la chica en los oh oh ahhhh) sino que hasta se toman mucho más en serio de lo que los haya escuchado.

Tengo que decir igual que no todo me entra igual de bien. El primer sencillo Agüita del equilibrio me suena un poco mal en la voz; yo siempre he pensado que la voz de Alejandro no es tan buena como la de María Laura, pero aquí hasta ella no suena bien. Creo que tienen que aprender a seleccionar mejor sus melodías cantadas y centrarse en las que suenan mejor, como La Película. Pero no puedo decir que la canción instrumental sea mala, está bien llena sin parecer una de esas «clásicas» mezclan de indie rock con música del Perú.

Acerca del concepto del disco, parece un tipo de sentencia que nos dice que el hogar, aquel sentimiento, está en otros lugares más allá… en una película, en el viajar; sin embargo, también parece que nos remita a un cierto tipo de sentimiento de perdición, como uno podría notar en Avión. Me parece que que el concepto del disco sea puesto tan sencillamente ayuda a que podamos entender las canciones adheridas a este, a pesar de que (en realidad, esto le da más profundidad al disco) sea ambigüo. Por ejemplo, De Tronco en Tronco no es que me encante, pero es interesante el modo de poner algunas como inexistentes (la casa no existe, la fiesta no existe, Europa no existe). Adherido a lo que creíamos que el disco significaba, nos hablan un poco de ese olvidar el concepto de las cosas: las que nos hacen estar seguros de la vida, las que nos hacen tener ambiciones, pero también acordarnos de que las cosas que nos dan problema no existen; y como solución a eso nos ponen ese escapar.

Me parece que llena mucho canciones con conceptos como esta, aunque ese escapar siempre lo he escuchado y siempre espero escuchar una solución nueva. Me hace acordar a J. D. Salinger, aunque los escapes de Salinger son menos felices. En el cuento Teddy de J. D. Salinger, el protagonista, el niño Teddy, nos habla de una posible muerte suya, quitándole el sufrimiento a aquello:

—Tal vez no fuera una tragedia desde tu punto de vista, pero seguramente sería una cosa triste para tu mamá y tu papá —dijo Nicholson—. ¿No pensaste en eso?
—Sí, claro que lo pensé —dijo Teddy—. Pero solo es porque tienen nombres y emociones para todo lo que ocurre —había tenido las manos metidas debajo de los muslos pero las sacó de nuevo, las metió debajo de las axilas, y miró a Nicholson—. ¿Conoce a Sven, el encargado del gimnasio? —preguntó. Esperó a que Nicholson asintiera—. Bueno, si Sven soñara esta noche que se muere su perro, dormiría muy mal, porque le tiene enorme cariño a ese perro. Pero al despertarse por la mañana, todo estaría bien. Se daría cuenta de que todo había sido nada más que un sueño.
Nicholson asintió: —¿Qué quieres decir, exactamente?
—Que si el perro muriera de verdad, sería exactamente lo mismo. Solo que no se daría cuenta. Se daría cuenta únicamente al morir él mismo.

Atajos para flojos
(Yo sé que como a mí a muchos les debe haber desagradado Alejandro y María Laura, yo sé que algunos les gusta, pero no son gente de escuchar discos enteros. Si les gusta la banda, escuchen el disco entero. Si no, bueno, ojalá esta guía les haga querer)

  1. Escuchar La Película
  2. Ver tu película favorita
  3. Si no es Amélie o Fight Club, hacer una publicación de Facebook recomendándola
  4. Escuchar De Tronco en Tronco
  5. Leer Teddy de J. D. Salinger
  6. Estar un rato sin hacer nada: pensar
  7. Escuchar Matrimonio
  8. Escuchar Últimas Luces del Día