Compatibilidad con el ser amador: ¿un asunto ético o práctico? (“Hombres sobre mujeres”, 29/09/2013)

¿Cuál es la compatibilidad más importante? ¿La incompatibilidad de valores puede destruir a la pareja? ¿Es importante la compatibilidad? ¿Cuán compatible debe ser alguien para que la relación funcione?

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Compatibilidad con el ser amador: ¿un asunto ético o práctico?

 

Dionisio (22 años), defensor de la pena de muerte en guillotina:

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Una búsqueda de la compatibilidad plena es como una búsqueda de la verdad: algo ideal y presumiblemente inalcanzable. No hay que ansiar algo absoluto sino algo que nos haga más felices. “La pareja perfecta” es entonces un concepto que se adapta al sujeto, alguien cuya esencia no es estable sino en constante progreso. Esto bien puede verse como platonismo vs pragmatismo (en el sentido filosófico).

 

Ni siquiera la compatibilidad en los grandes temas (política, ética, religión y filosofía) supera la compatibilidad de una armonía regida por la empatía y la confianza. Por supuesto, la empatía surge más fácilmente cuando hay consonancia con la pareja sobre los grandes temas. Pero también surge en una pareja fundada en la amistad previa (la confianza no defraudada).

 

La compatibilidad más importante es entonces el grado en que uno ama la vida, a los demás y a uno mismo. Y esto se mide con acciones.

 

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Diego Vespucio (26 años), varonista libertario y amante de prostitutas:

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Si, como libertario y varonista considero que la compatibilidad es indispensable en una relación de pareja. Los dogmas colectivistas y castrativos propios del Amor Romántico nos hacen creer que el amor es ciego y que podemos enamorarnos de cualquier cosa incluso aunque sea incompatible con nuestros valores y gustos pero esto es absurdo.

 

Entre hombre y mujer debe haber una importante compatibilidad para su relación sea sustentable y esta compatibilidad empieza por lo sexual que es lo fundamental y es lo que sostiene a la pareja. Lo que significa que en la pareja ambos miembros deben satisfacer los gustos uno del otro. Y el hombre generalmente siempre está dispuesto a satisfacer casi cualquier fantasía de su mujer. En lo que respecta a las mujeres, muchas veces lo que vemos es lo contrario, ya que a muchas mujeres aparentemente no le importa la satisfacción sexual de su hombre, por lo que con malicia se niegan a muchas prácticas sexuales (ya sea el coito anal o hasta el mero sexo oral con lo cual dejan frustrados a sus hombres). Y si hay frustración, no hay ninguna base sustentable para el amor. El hombre no puede y no debe amar a la mujer que no es compatible con sus gustos y deseos sexuales y que no lo satisface tal como se debe. El verdadero amor solo puede existir con una pareja que es plenamente compatible entre sí porque de lo contrario no durara nada y cada hombre debe dejar de ser conformista y tolerar a las mujeres que les son incompatibles. Las incompatibles deben ser desechadas porque no sirven para absolutamente nada.

 

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Javier Garófalo (32 años), doctor en sociología, especialista en mujeres indígenas mexicanas y hombrista:

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Se pueden fingir valores en público pero uno no se puede auto convencer de una mentira. Los valores y opiniones éticas son en gran medida el marco referencial del individuo. No son rígidos del todo pero son esenciales en nuestro pensamiento. Son más importantes que nuestras opiniones (cambiantes) y juicios estéticos (más volátiles). Entonces la compatibilidad es básicamente en cuanto a lo ético.

 

Estas creencias en cuanto a lo ético son mutables pero no tanto porque son lo que nos definen. Entonces una mujer cuyos valores son contrarios pues nos hará infeliz. Nos decepcionará sin proponérselo. Le exigiremos cosas en las que no cree. Pero estas diferencias no son tan irreconciliables entre dos occidentales (a diferencia de lo que puede pasar con una indígena mexicana). Algunas cuestiones son discutibles pero hay que ver si estamos dispuestos a dudar de creencias “satelitales” o de creencias “cimientos”. Un caso extremo de renuncia al “propio yo” (la individualidad) puede enmascarar una total falta de autoestima y una “despersonalización” continua (lo cual es ya un caso clínico).

 

Solo una mujer cuya tabla de valores es similar te puede hacer feliz. Solo con ella se puede construir una relación duradera y en gran medida previsible. A menos que prefieras los dramas y las discusiones continuas. Piensa bien. ¿Vas a formar algo más con esa persona? Proyéctate y visualiza los posibles problemas que surgirán. Las pequeñas diferencias pueden dinamitar la relación a mediano plazo.