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¿Cómo puede plantearse si quiera la existencia de distintos universos? El planteamiento surge basado en decisiones humanas. En que cada acción produce una inmensa variación. O suponiendo que el azar existe y que no vivimos en un universo determinista. Cuando una persona lanza un dado, parece intuitivo aludir a lo aleatorio. Pero ese mismo lanzamiento no es más que la confluencia de distintas leyes. Se puede predecir el resultado si se supiera la fuerza que se usa para lanzar el dado, las condiciones del viento, la distancia del tiro y la altura. Solo falta información precisa.
Volviendo a la acción humana, sería contraproducente proponer un multiverso en el que Dios manifiesta cada decisión humana distinta en un universo distinto (asumiendo que puede haber distintas decisiones y no solo confluencia de elementos entrelazados con una conciencia reflexiva humana en un universo determinista). Eso parecería contradecir que es un ser amoroso. Porque se entiende que Dios pone el libre albedrío como bien mayor por encima de catástrofes y actos de crueldad. Y así es defendido por los teístas. ¿Pero cómo ese mismo ser puede manifestar en la existencia un universo más cruel que otro? Si el libre albedrio es el bien mayor, también es un necesario bien mayor la existencia del mejor mundo posible. Porque esto es consistente con su supuesta cualidad de amoroso. Llévese el problema a su escenario más irónico: en el que una persona se vuelve creyente y no se vuelve creyente. En el que un asesino contempla el acto más cruel: y lo materializa o no lo materializa y se arrodilla ante Dios.
[Seríamos víctimas de una decisión cruel de un humano en particular. El asesino que decidió asesinar crea todo un mundo que nos impone, con habitantes que ya no vivimos en el mejor mundo posible, uno en la que él se arrepiente y no mata o uno en el que un proceso biológico evolucionista le impide matar mediante un mecanismo biológico de seguridad. En un universo determinista, el único camino es inevitable (la maldad manifestada en el mundo es inherente a la maldad posible e inevitable de sus habitantes), pero en el universo de libre albedrío hay poblaciones víctimas de una sola decisión humana, decisión que se ve magnificada y determinante en su propia versión del universo que impone al resto. Todo facilitado por Dios].
La programación humana
Se ha preguntado si hubiera sido posible que la humanidad contemplara los actos más crueles como parte de una cualidad que le permita subsistir, como la mejor adaptación, como parte de la evolución. En un universo determinista, este cuestionamiento tiene poco sentido. Porque un universo determinista es un universo de un solo camino.
Pero en un universo de libre albedrio, valdría preguntarse qué elementos naturales (movidos por una inteligencia sobrenatural) llevarían a la humanidad a ese camino. O qué susurros supranaturales (mal escuchados, se podría decir) llevaron a ese escenario. No por culpa del mensajero, sino por la necedad de la criatura.
¿Es acaso la programación humana actual siquiera la más benévola imaginable? ¿Por qué el asesino en serie no es cegado ante su acto de crueldad? ¿Por qué el violador no es paralizado? Si se puede imaginar un mundo así en el océano de realidades, ¿no es acaso probable su materialización? Y si lo es, ¿no es ese el mejor mundo posible? Y si ese lo es y este no lo es, ¿podemos decir que Dios es amoroso? ¿Desde qué momento Dios introduce el libre albedrío en el diseño humano (la programación humana)? ¿No es evidente entonces las falencias o su no existencia?